Mi padre sufre párkinson y mi madre está con él
Mi padre lleva sufriendo la enfermedad de Parkinson desde el 2003, cuando tenía 36 años. ¿Las únicas personas que hemos estado ahí desde entonces? Mi madre y yo. Ahora, por circunstancias personales, he tenido que irme a vivir a otra ciudad y la culpabilidad me martiriza. Su cuidado ha hecho que mi madre tenga que renunciar a su vida, que no se haya tomado unas vacaciones en años. Todo el cuidado recae en las de siempre: las mujeres. Para su desgracia puedo contarte algo que él es incapaz de decir, puesto que su enfermedad apenas le permite hablar: él sí ve el tiempo, él sí marca los días, él sí sabe el paso de los años. Y él sí sabe quiénes estuvieron y quiénes nunca estuvieron. Sofía Francisco Galisteo.
Mascotas
A medida que la esperanza de vida ha ido aumentando en los países occidentales, el número de nacimientos ha ido menguado; a la par que otros seres vivos, las mascotas han ido colonizando casas y corazones. Tanto es así que el número de animales de compañía triplica al número de niños. ¿Tiene futuro una sociedad de perros? ¿Recaerá sobre los gatos, y sus siete vidas, el mantenimiento de las pensiones? ¿A quiénes se evaluará en el informe Pisa? ¿Votarán los periquitos? ¿Acabarán los occidentales viviendo en los zoos? Ante esta perspectiva, distópica y envejecida, no me dirán ustedes que la política del año 2024 no tiene ante sí un arduo y exigente trabajo; aunque, viéndolos (oírlos es de náusea), diríase que no. f. Javier Santos. Santiago.
Parapraxis
Le recomendaría a la ministra María Jesús Montero que se decida a ir a un logopeda por disléxica. No es posible que se pueda confundir en tantas ocasiones. Esta vez ha cometido una parapraxis, cuando ha dicho eso de que «cuando un político miente, debería de dimitir», y la ha vuelto a armar. En vez de «político» seguro que quería decir «alguien de derechas». Se ve que el argumentario de Moncloa no le había llegado cuando dio el discurso. A lo mejor la expulsan del partido por esta tontería y me fastidiaría bastante. Por el logopeda, claro. Luis Asenjo Pérez.