mae asC uando se presentó la primera edición del Diccionario del español actual, en 1999, alguien dijo que era el último diccionario hecho a mano. La obra de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos se publicó entonces, como la segunda edición (2011), en dos gruesos volúmenes. Fue el primer inventario sincrónico del español empleado en España en la segunda mitad del siglo XX. Recogía el léxico que se usó desde 1955 hasta los años noventa, que tomó de publicaciones de todo tipo. Era —y es— un diccionario descriptivo, no normativo, aunque quien lo consulta también halla orientación sobre cómo emplear las palabras.
En los últimos tiempos, al DEA habían empezado a pesarle los años. El hablante que acudía a él en busca de respuestas sobre el léxico más novedoso no las encontraba. Afortunadamente, el problema se ha resuelto. En el 2023 apareció la tercera edición, dirigida por Olimpia Andrés. Las 83.000 entradas que ocupaban 4.666 páginas en la segunda edición fueron revisadas y se les añadieron otras ocho mil, muchas de léxico surgido hasta el 2023. Finalmente, la Fundación BBVA la puso en internet, donde se puede consultar gratuitamente (https://www.fbbva.es/diccionario/). La digitalización de los diccionarios generales de lengua y su financiación por alguna institución altruista son hoy necesarias para su supervivencia. La mayoría de los que quedan a merced de las leyes del mercado renuncian a su reedición, pues no pueden competir con el de la Academia, de libre acceso en la red y actualizado anualmente, y ahora con el fundado por Seco. Ambos se complementan.
La digitalización del DEA permite dos tipos de consulta. En la simple se accede a las definiciones y la avanzada muestra los textos que constituyen la documentación del artículo. Son citas de las más de quinientas publicaciones periódicas y de los tres mil libros consultados desde 1970. Aunque quizá lo que más aprecie el lector sean la información gramatical y las definiciones. Sus redactores han aplicado a su elaboración modernos criterios y técnicas lexicográficas.
Como editora de esta tercera edición del DEA, la Fundación BBVA se ha comprometido a colaborar estrechamente en la actualización permanente del diccionario y a emprender las acciones que faciliten el acceso a él y su uso. Que así sea.