Violencia ecológica

JERÓNIMO MARTEL

OURENSE

TEMAS DEL PAÍS | O |

28 abr 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

El pasado día 23, Día del Libro, nos ha enfrentado a nuestra responsabilidad ante el libro de tomo y lomo, pero también ante ese otro libro, planetario y único, que es el libro de la naturaleza. Decía Rousseau: «Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza». Y Hans Christian Andersen ratificaba a su vez: «El libro de la naturaleza alcanza cada año una nueva tirada». Cada año y justo en la víspera de ese día, se celebra el Día de la Tierra, desde 1970, cuando veinte millones de norteamericanos se manifestaron para salvar el ambiente. Y es que esas nuevas y repetidas tiradas, de ese libro mayor de contabilidad que es la naturaleza, apenas, a poca sensibilidad que se tenga, por ejemplo si pensamos en el estado de indefensión de nuestros montes y nuestros ríos. El pasado día 22, un grupo integrante del colectivo ecológico Amigos da Terra pasearon el centro de nuestra ciudad disfrazados de animales o caracterizados con la iconografía del sol, la luna y la tierra, para invocar un Ourense verde. Pero el caso apunta sobre todo a nuestra provincia, como parte del entorno natural gallego. A mediados de marzo se iniciaron los incendios forestales en los ayuntamientos ourensanos de Montederramo y Laza. Y, por otra parte, el informe anual 2002 de la Fiscalía de Ourense acaba de reseñar un aumento del 83% en los incendios. En cuanto a nuestros ríos, siguen siendo fuente de denuncias medioambientales, por hasta cinco tipos de acciones ilegales: de riegos, vertidos, obras de cauce, extracción de áridos y corta de árboles. Alguien -Theodore Roszak- ha dicho: «Si todo el mundo amara la naturaleza como San Francisco de Asís, no existirían problemas ecológicos».