Son dos contertulios de Radiovoz y colaboradores de La Voz. Los dos, últimamente, se han encontrado con un déficit de salud. Arturo, buena señal, ya recuperó sus envidiadas colaboraciones. El amigo Rodríguez-Vispo está hecho un auténtico Arturo Corazón de León, un jabato con agallas, ganas y dialéctica para enfrentarse él solo a cinco mil Pachis o a diez mil Baltares. Ya lo tenemos con nosotros para alegría de los demócratas, que lo necesitamos, y para acojone de los burócrata-caciques que le temen más que a unas elecciones con listas abiertas. A Isabel la carretera le hizo una cabronada. Anda entre médicos. Hace tres días la llamé para interesarme por su salud y estaba, solidaria ella, haciendo trabajo a favor de la cultura y de los ourensanos. Es una muchacha con indudables dotes para servir al bien público pero, sospecho, no va a llegar. Su partido hace mucho que dejó de ser socialista y el último obrero que tuvo fue Largo Caballero. Además, Isabel Salgado tiene un hándicap insalvable para militar en ese partido. Es solidaria, libre y fraterna. No lo sabe pero en esa organización no encaja. Últimamente luce una melena como la que exhibía la, por ancestros, ourensana Rita Hayworh, con el mismo garbo y no menos belleza. Arturo e Isabel: ¡Ánimo, forza y gracias por enseñarnos a bien vivir!