David González, creador de MyBox Experience, decidió reciclarse y montar su propia empresa
09 jun 2016 . Actualizado a las 18:56 h.Para crear una empresa, y que tenga éxito, es imprescindible tener una buena idea y algo de suerte. Es, al menos, lo que sostiene David González Rey, a quien hace ya casi dos años se le ocurrió «hacer algo» aprovechando contenedores marítimos reciclados. «Surgió casi de casualidad, hice un primer diseño y me salió algo bonito, así que me asocié con un amigo y montamos la empresa». Así surgió MyBox Experience, una empresa que se puso en marcha sin necesidad de grandes inversiones. «Solo tuvimos que pagar los tres mil euros que cuesta montar una sociedad limitada, porque el primer mes ya no salió un pedido para un hospital madrileño y con ese dinero ya pudimos arrancar el negocio», explica David, un delineante ourensano de 40 años que antes de convertirse en un emprendedor había trabajado con arquitectos. «Con la crisis el trabajo empezó a escasear, así que me reciclé y monté la empresa», explica.
Todo tipo de espacios
A partir de los contenedores, en la empresa fabrican todo tipo de espacios y el negocio está marchando tan bien por ahora que ya han abierto delegaciones comerciales en varias provincias e incluso están pensando ya en exportar. «Hoy mismo hemos enviado un container para una empresa láctea que va a promover en él sus productos por toda la costa mediterránea durante el verano», asegura David, que afirma que ya han tenido pedidos de grandes marcas cerveceras y también fabricaron contenedores para el último Mundial de baloncesto, celebrado en España.
«Los contenedores son espacios muy versátiles, se pueden transformar en lo que cada uno quiera», afirma el emprendedor.
El mejor chiringuito
Y resulta que el mejor chiringuito de playa del verano pasado no estaba en Ibiza ni en la costa del Sol, estaba en Pontevedra, concretamente en Raxó -según una encuesta realizada por internautas- y lo había fabricado esta empresa ourensana, capaz de dotarlo de todos los servicios que necesita una instalación de este tipo, que se monta en verano y se recoge en invierno. Tanto éxito tuvo que ya tienen entre manos el pedido para fabricar otro chiringuito veraniego en A Lanzada, una de las playas más carismáticas de la comunidad gallega.