Cuando la conexión AVE de Galicia con Madrid sea una realidad, si es que llega alguna vez ese día, será el momento de analizar el papel que, en la materialización de esta infraestructura, han tenido cada uno de los ministros que han pasado por la cartera de Fomento en los últimos veinte años. Unos serán mejor recordados que otros y seguro que de algunos o algunas mejor sería olvidarse.
La historia aún no está escrita en el caso de Íñigo de la Serna. Lo cierto es que no empezó bien cuando, en una entrevista en televisión, puso la variante exterior del AVE en Ourense como ejemplo de las infraestructuras que debían ser repensadas. La posibilidad de que la ciudad se tuviese que conformar con el llamado «tramo da vergoña» desde Taboadela encendió todas las alarmas, pero el Ministerio no tardó en rectificar y lo cierto es que la tramitación de la variante sigue en marcha. Esta misma semana se publicó en el Boletín Oficial del Estado la aprobación del trazado definitivo entre Taboadela y Seixalbo. Este último avance se suma a los muchos otros trámites -para la adaptación de vías o la estación intermodal- que se han impulsado recientemente.
De la Serna estuvo este lunes en Ourense para asistir al acto de presentación del sello conmemorativo del centenario del puente Nuevo. Seguramente a los ourensanos les gustaría más verlo inaugurando el AVE entre Galicia y Madrid, pero si cumple sus compromisos y lo ven funcionando en las fechas previstas, quizás sea recordado como un buen ministro para Ourense. Depende de él y del Boletín Oficial del Estado.