Estas termas, que han quedado calcinadas la pasada noche, conjugaban naturaleza y salud en un entorno privilegiado, a orillas del Miño. Tras abrir sus puertas en el año 2001, su éxito contribuyó a que la oferta creciese en la ciudad
24 abr 2019 . Actualizado a las 13:08 h.Era, sin duda, uno de los grandes reclamos turísticos de la ciudad de Ourense y una de las zonas más queridas del entorno de la capital para muchos ourensanos que no dudaban en elegir su plan de ocio independientemente de que lloviese o los termómetros superasen los treinta grados.
Las termas de A Chavasqueira, que abrieron sus puertas en septiembre del 2001, y que esta pasada noche han quedado destruidas después de que un voraz incendio calcinase las instalaciones, se convirtieron en este tiempo en uno de los grandes atractivos y en uno de los lugares más visitados de la capital de As Burgas. Muchos viajeros preguntan, de hecho, por ellas como primer destino. Su éxito fue, además, uno de los grandes impulsores de la expansión del termalismo en la ciudad donde desde hace años convivía con la exitosa Outariz y con las pozas de Muíño da Veiga, las últimas en habilitarse.
Inspirada en el modelo japonés de balneario al aire libre, A Chavasqueira atrajo al público desde el principio tanto por el entorno natural privilegiado donde estaba situada -en uno de los margenes del río Miño, a escasos 10 minutos del centro de la ciudad y a unos metros del puente del Milenio- como por las propiedades curativas de sus aguas bicarbonatadas y sulfuradas, que manaban a temperaturas superiores a los 60 grados y que eran muy apreciadas para afecciones dermatológicas y de articulaciones. Las curas antiestrés eran otro de los alicientes de este plan de ocio.
El balneario privado de A Chavasqueira, un conjunto de piscinas naturales a cielo abierto, de inspiración japonesa y cubiertas con una construcción de madera, convivían con las charcas públicas, de uso gratuito -las primeras que se acondicionaron en la ciudad-. Al igual que en Outariz, se ofrecía en estas termas tratamientos de relajación y de belleza.
A Chavasqueira se emplazaba dentro del conocido como Paseo Termal, que se extiende durante cinco kilómetros a orillas del río Miño, comenzando en el Campo da Feira y terminando en Outariz.
«Es un impacto brutal para el entorno termal»
La noticia del incendio que devoró las termas privadas de A Chavasqueira esta pasada madrugada es un mazazo para el sector hostelero. Sin ir más lejos, la pasada Semana Santa fue un ejemplo de cómo el termalismo se ha convertido en el eje de la oferta que se da a los visitantes que acuden a la ciudad con hoteles e instalaciones llenas durante los días festivos. «Es un golpe muy duro para el turismo de la ciudad. Esperemos que lo recuperan pronto y que podamos volver a disfrutar de él tan pronto como sea posible» , explicó Javier Outumuro, presidente de la Unión de Hosteleros de Ourense.
En una línea similar se mostraba Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Federación Provincial de Hostelería. Conmocionado por las noticias sobre una estación termal pasto de las llamas, Fernández Ojea indicó: «Es un impacto brutal para el entorno termal y para uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad y de las riberas del río Miño. Mucha gente se trasladaba hasta allí cada día y en especial durante los fines de semana y los festivos, como fue el caso de la Semana Santa».