Dani Mateo, que actúa en «Noites de retranca», cree que Jácome y Caballero «son cómicos metidos a políticos»
07 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La apuesta era arriesgada, mas el paso del tiempo ha demostrado que los hermanos Segret tenían razón. Diez años después la iniciativa de Santiago y Miguel Segret sigue viva y Rababiero Promociones ha organizado dos sesiones especiales para celebrar la primera década del formato «Noites de retranca». Serán los días 10 y 11 (viernes y sábado) y se podrán ver en Ourense (Auditorio Municipal. 22.30 horas) y Vigo (Auditorio Mar de Vigo. 20.30 horas). Para festejar los 10 años de «o espectáculo de humor máis antigo de Galicia» se ofrece un montaje en el que participan Manuel Manquiña, Dani Mateo y David Perdomo. Por vez primera participa un cómico de fuera de Galicia, lo que Dani Mateo considera un privilegio.
-¿Cómo le han convencido para hacer una «Noite de retranca»?
-Al final siempre me acaban liando. Y me apetecía compartir espectáculo con eses dos monstruos que son Manquiña y Perdomo, a los que admiro. Y porque les debía dinero, que todo hay que decirlo.
-¿A quién?
-A la productora. Hice con ellos un espectáculo y la cosa no fue como yo esperaba, y al final les quedé debiendo dinero. Es decir, que se juntó todo y ahí estaremos.
-¿Cómo será compartir escenario con Manquiña y Perdomo?
-El resultado será una función maravillosa y espectacular. Son dos cómicos a los que admiro muchísimo y se podrá ver un formato con tres estilos diferentes y las risas garantizadas. Somos tres generaciones, Manquiña ya peina canas -¡en los huevos!-, y Perdomo hace un humor muy ágil y atractivo. Somos las tres edades del hombre. Manquiña aportará la retranca y Perdomo su vena macarra.
-¿Y usted?
-¡Yo soy el que va por dinero!. ¡No me puedes hacer eso!, es lo peor que te puede pasar: que te tengas que definir tú. Ya lo dirá el público que asista a las funciones.
-¿Corren malos tiempos para hacer humor?
-El mal momento para los monólogos comenzó desde que empezaron. Estamos en el foco de la gente seria y el problema es que se han venido muy arriba. Antes los teníamos controlados y hasta los mirabas con lástima, pero ahora están creciditos y lo quieren todo para ellos. ¡No se ría usted de la vida si no quiere, pero déjeme a mí en paz! es lo que les debemos transmitir. A lo Ortega Cano: «Dejarnos vivir».
-¿Zanjados los problemas de la «resurrección» de Franco?
-Es algo que tampoco me importa. Al final lo sacaron de allí y fue todo un esperpento -aquella gente corriendo, la señora que va detrás, uno que le quería echar mano al ataúd...-. ¿Y cuál es la moraleja? ¿Sacas a Franco y dejas a José Antonio? ¿Por qué? ¿Ahora que hacemos con José Antonio, le ponemos una habitación? Me río de los políticos porque soy cómico, pero como ciudadano no me ha gustado el espectáculo. Lo que hubiera hecho yo, cosa que a nadie le importa obviamente, es un gran museo de la Guerra Civil en el Valle de los Caídos. Como el que tienen en Varsovia; de ese estilo.
-Su presidenta mantiene que la contaminación no mata.
-Pobre Isabel Díaz Ayuso, en el fondo me genera ternura porque como yo soy un bocazas y la cago muchas veces -sobre todo en Twitter- le tengo cariño. En la mayoría de las ocasiones no quiere decir lo que dice. Lo cierto es que nos regala oro a diario, y como cómico le estoy agradecido: le agradezco que exista y le mando un abrazo de caramelo para que lo reciba en su mundo de piruletas. Es entrañable, como un «Teletubbies». Sobre lo que me preguntas; ya sabemos cuál es la estrategia del PP al respecto, solo hay que recordar las declaraciones del primo inteligente de Mariano Rajoy.
-Habemus pacto de gobierno.
-Va a ser la risa pura, la risión absoluta. ¡No se tragan! Eso va a superar la casa de los líos. ¿Tú has visto esa foto en la que están en un salón? ¿Y la cara de Sánchez, Pablo Iglesias, Irene Montero, Adriana Lastra y demás negociando?, es la risa cósmica. Como ciudadano estoy aterrorizado, como cómico les mando un fuerte abrazo por la cantidad de trabajo que nos van a dar y beso por donde pisan.
-Actúa en Ourense y Vigo, ciudades con alcaldes singulares. ¿Daría para un espectáculo?
-¿Qué está pasando en Galicia? Esos alcaldes en realidad querían ser cómicos, y tener su propio late show, pero como no les ha salido se han metido a políticos. Lo de Vigo ya es espectacular -reproduce el discurso de Caballero de las navidades del 2018-: eses saludos, ese reto a Nueva York... lo cual demuestra lo malo que puede ser el licor café tomado sin medida. Las noticias que vienen de Galicia, tengan que ver con los políticos o no, son de «El Mundo Today». Ahí pasan cosas que son pura magia; como la del tío aquel que se cayó a un lavadero y se quedó durmiendo allí toda la noche. Galicia es un auténtico filón para los cómicos.