Fernando Currás cree que ha cerrado un ciclo como entrenador de la UD Ourense

Javier González Sobrado
javier g. sobrado OURENSE / LA VOZ

OURENSE

El pasado domingo remató la temporada para la UD Ourense, con el consumado descenso a Preferente
El pasado domingo remató la temporada para la UD Ourense, con el consumado descenso a Preferente CESAR TOIMIL

El técnico rojillo considera que puede «aportar máis en outras facetas»

23 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque podía caber en la cabeza de muchos que la UD Ourense descendiese a Preferente dados los complicados resultados del equipo en el tramo final de la temporada, lo cierto es que el final de curso presenta un nuevo escenario para el club rojillo donde la continuidad de ciertos factores parece temblar.

Uno de ellos es el presidente, Ramón Dacosta, que afirmó a La Voz que no quería seguir en el cargo -aunque sí ligado al equipo- porque, ni se siente cómodo ni, asegura, vale para ello. La decisión del directivo ha sido vista con comprensión y entendimiento por parte de varios sectores del club, que afirman que la asunción de la presidencia de Dacosta se dio, en su momento, en una situación un tanto límite. Desde el plantel de socios opinan que es un trabajo muy duro y «sin recompensa» el de presidir el club, y el entrenador, Fernando Currás, expresa que «casi se pode dicir que se viu forzado a facelo no seu día».

La posición del entrenador y responsable de la cantera del club es otra de las que ve amenazada su continuidad. Currás declaró que asume «toda a responsabilidade do bo e o malo deste ano», en referencia a los resultados deportivos del club, y asegura que, aunque disfruta como entrenador y siente que «é o que son», quizá pueda aportar más a la entidad deportiva si destina el total de su esfuerzo y dedicación a la cantera y gestión de las categorías inferiores. «Creo que xa acabou a miña aportación como adestrador do primeiro equipo, e penso que podo axudar máis en outras facetas, pero teño que transmitilo formalmente á directiva actual e que así acabe chegando aos donos», explicó.

En lo que ambos están seguros es en que el equipo debe continuar haciendo una apuesta por la cantera. «Pa min é fundamental. Que todos eses nenos vexan un sitio onde medrar... Non nos podemos desviar de iso. É a nosa maior fortaleza. É onde podemos ofrecer pasos máis firmes e apostar por algo real e sostible», explicó Currás.

Una masa social dividida

La UD Ourense se enfrenta además a otro problema. Entre sus socios y asamblearios existen dos posicionamientos entre los cuales, aseguran algunos de los implicados, «se debe elegir». Por un lado, están aquellos que siguen apostando por el fútbol popular y todo lo que conlleva. Y por otro, los que desean que el club empiece a aceptar inversores y cambie de sistema de gestión para parecerse más a otros equipos.

Ambas posibilidades cuentan con pros y contras. El fútbol popular confiere autogestión y se aleja de muchos de los males que aquejaron al desaparecido CD Ourense, pero también comporta dificultades económicas. Es muy complicado que un equipo con ingresos limitados pueda mantenerse o ascender de categoría en divisiones más allá de Tercera División.