«Somos muralistas, no grafiteros», alegan tres acusados de hacer pintadas en un vagón de tren de la estación de Ourense

Marta Vázquez Fernández
m. vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

M. V.

Renfe y Fiscalía los acusan de causar daños de 3.000 euros en su propiedad

29 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En la tarde del 8 de marzo del 2020 una llamada al 091 alertó sobre la presencia en las instalaciones de la estación de tren de la capital ourensana de un grupo de desconocidos que estaban haciendo pintadas en un vagón. En la comunicación se alertaba de que los desconocidos iban encapuchados y, tras ser descubiertos, habían huido en dirección a la avenida de Marín. Como no, la llamada motivó un dispositivo policial integrado por dos unidades de seguridad ciudadana de Policía Nacional. Una de ellas se encontró minutos después con tres jóvenes en la calle Mercado, no lejos de la zona indicada en la llamada. Los tres tenían en su poder botes de pintura de varios colores y, según el agente que los identificó, llevaban las manos llenas de pintura e incluso sus ropas estaban manchadas.

Este lunes aquellos tres jóvenes, E. G. P, A. Á. P. y J. C. C., con edades comprendidas entre los 22 y los 26 años, se sentaron en el banquillo de los acusados del Juzgado Penal 1 de Ourense acusados de haber cometido un delito de daños. La Fiscalía de Ourense, y la acusación particular ejercida por Renfe, consideran que existen pruebas suficientes para demostrar que fueron ellos quienes, minutos antes de ser localizados por los agentes, realizaron grafitis en el vagón de tren, causando daños que fueron valorados en casi tres mil euros. Ellos, sin embargo, niegan la mayor. «Íbamos a pintar un mural en el paseo del colesterol» alegó uno de ellos a preguntas de la fiscala, indicando además que no tenía las manos manchadas de pintura cuando lo interceptaron los agentes, y que si había manchas en sus ropas era porque llevaba «ropa de trabajo». «No soy un grafitero, soy un muralista», insistió ante las partes, explicando que tenían permiso de la asociación Anacos da Cidade para pintar en el paseo peatonal situado a orillas del río Miño, a su paso por la capital. Los tres acusados se agarraron a la misma explicación, negando tajantemente haber tenido algo que ver en los hechos. Eso sí, cuando la fiscala les preguntó qué tipo de mural iban a hacer, no supieron concretar. «Algo relacionado con el día de la mujer, no haces bocetos cuando llevas ya mucho tiempo pintando», aclaró uno.

El agente de Policía Nacional que identificó a los sospechosos dijo que todos llevaban aerosoles, con colores que, según les dijeron sus compañeros, se correspondían con los de las pintadas del vagón. Además dijo que los botes parecían haber sido usados recientemente, e incluso que él se manchó con uno de ellos. Su compañero, que vio las pintadas, dijo que eran firmas que parecían haber sido borradas.

Las acusaciones piden para los tres investigados una multa de 4.800 euros más el pago de los daños. La defensa, sin embargo, reclamó la libre absolución, asegurando que no hay pruebas contra sus clientes y dudando de las pruebas aportadas por Renfe para probar los daños. El letrado también cuestionó lo dicho por los agentes: «Para mantener una acusación, a veces se hacen cosas que no se deben». El caso quedó visto para sentencia.