Los carballiñeses se repusieron al tanto inicial con un gran gol de Joni y sentenciaron muy al final los recambios de los ches
17 dic 2021 . Actualizado a las 02:50 h.Orgullosos de nuestros jugadores. El cántico lo oímos en varios campos y le vendría que ni pintado a la afición del Arenteiro, que entonó el «sí se puede» durante muchos minutos, en los que su equipo tuteó a un Valencia de la alcurnia de la Primera División. Después, decidió el fondo de armario del gigante, que mató la eliminatoria en la media hora de desempate: 1-3
El choque arrancó como si los amigos de David ayudaran a Goliath. Cosas de la Copa del Rey. Poco más de 30 segundos y silencio sepulcral en el feudo verde. Lo que tardó en entrar el internacional José Luis Gayá por la banda y su centro lo dejó pasar Maxi para que Yunus Musah lo empujara de tacón al fondo de las redes. El mazazo es de los que apenas deja fuerzas para levantarse, pero el equipo de Fran Justo no es de los que entrega la toalla con tanta facilidad.
Álex Fernández y Renan Zanelli le podían en el cuerpo a cuerpo a Uros Racic y Daniel Wass y, por ahí, comenzaban a salir envíos envenenados hacia Sylla y Joni. El mismo Gayá desvió la primera intentona del senegalés y, después fue Yunus el que repelió con la espalda el chut de Zanelli.
La escuadra che sufría en su flanco derecho y solo creaba peligro en los balones largos, pero a los 8 minutos llegó la delicatesen de Álex, salvando la presión de Wass con un caño y pasando con el exterior a Joni, que se fue por piernas del joven Tárrega y definió de modo soberbio, con un chut cruzado. La hinchada verde enloqueció, todos se lo creyeron un poco más y las dudas asomaron en el banquillo visitante, donde Javier Vidal intentaba que sus hombres interpretaran el plan de partido de Bordalás, confinado en casa con covid.
Apretaban más los dientes en el elenco de Primera División, pero Adrián Cruz ensayó otro disparo a puerta que se le escapó alto. Los de casa reclamaron después una pena máxima de Gayá a Eimil y, con mayor vehemencia, fueron los forasteros los que se quejaron de un derribo a Marcos André en la otra área. Por unos minutos, los valencianistas lograban encerrar a su anfitrión, pero el contendiente más modesto volvía a llevar la pugna a su terreno y enfriaba el juego, hasta el punto de que, antes del descanso, solo se registró un lanzamiento de Racic, que pasó por encima del larguero.
A la vuelta de vestuarios el combinado de la máxima categoría daba un paso al frente, pero los ourensanos aguantaban bien y Renan volvió a inquietar a los 10 minutos. Vidal ya no esperó más y dio entrada a Carlos Soler y Guillamón, buscando el fútbol que no le daban ni Chreyshev ni Racic. Marcos André era ya el hombre más incisivo en la vanguardia visitante y una rápida salida de Iago desbarató su mejor ocasión. El balón se mantenía lejos de las áreas y eso tampoco era una mala noticia para un Arenteiro que vio de nuevo como el ariete brasileño volvió a percutir en el área, con la mirilla desviada.
La tuvo Eimil
La prórroga parecía inevitable, pero los inquilinos de Espiñedo aún se acercaron un poco más a su premio, con una de esas penetraciones ya habituales del carrilero de Vilalba, que incluso se deshizo de un futbolista del calibre de Gayá y casi sorprende a Jaume, quien desvió cuando parecía cantado el pase atrás a Adri Castro.
El conjunto de Fran Justo había firmado una machada, empatándole a su cualificado rival en noventa minutos, pero faltaba decidir la eliminatoria y en los recambios que salían del banquillo valenciano había demasiada calidad. De salida, Hélder Costa hizo trabajar a Iago y Piccini también inquietó con un chut que se le fue arriba. Antes del intermedio del tiempo extra, los de la ciudad de Turia dieron en la diana. Fue una estrategia de saque de equina que colgó Soler Diakhaby la cabeceó para dejarla en el área pequeña y allí apareció Hugo Guillamón para rematarla de espuela. Otra vez el mismo recurso.
Justo pasó a línea de cuatro y quemó todas las naves con la entrada de Rubén Arce y Marquitos. La intentona era noble, pero con riesgos también evidentes y Manu Vallejo entró para ponerle la guinda al billete de su equipo a la siguiente ronda. Fue una contra que dejó sin aliento al Arenteiro. Gayá, Soler, Hélder Costa y el gaditano la selló a la carrera.
Demasiado castigo para el encomiable esfuerzo del plantel de O Carballiño y de sus entregados perseguidores. Lo que restaba era cuestión de consumir el tiempo reglamentario de la prórroga. Durante un largo tramo, el representante ourensano rindió a un nivel de excelencia máxima, pero su oponente venía advertido y no se permitió licencias ni descansos de nadie.
CD ARENTEIRO (1): Iago Domínguez, Germán, Portela, Vitra (Rubén Arce, min 106), Eimil, Naveira (Joseca, min 91), Álex Fernández, Renan, Adrián Cruz (Marquitos, min 108), Sylla (Raúl, min 82) y Joni (Adri Castro, min 52).
VALENCIA CF (3): Jaume, Foulquier (Piccini, min 67), Tárrega, Diakhaby, Gayá, Racic (Guillamón, min 59), Wass (Manu Vallejo, min 101), Yunus (Jason, min 87), Cheryshev (Carlos Soler, min 59), Marcos André y Maxi Gómez (Helder Costa, min 87).
GOLES: 0-1, min 1: Yunus; 1-1, min 8: Joni; 1-2, min 98: Guillamón; 1-3, min 112: Manu Vallejo.
ÁRBITRO: Munuera Montero, andaluz.
INCIDENCIAS: Espiñedo. Ambiente espectacular, con 1.800 espectadores.