Fallece Ignacio Martín Amaro, un ourensano por devoción

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Ignacio Martín Amaro falleció a los 77 años
Ignacio Martín Amaro falleció a los 77 años Santi M. Amil

Aunque nació en Alicante, se mudó a la ciudad por amor en los años sesenta y acabó participando activamente en la vida política y asociativa

19 dic 2021 . Actualizado a las 17:59 h.

Ignacio Martín Amaro nació en Alicante en 1944 y falleció este fin de semana en Ourense, su tierra de adopción, a la que llegó por amor. La primera vez que pisó la ciudad fue, precisamente, para pedir la mano de su mujer, Esther, con la que tuvo tres hijas. Acabó convertido en un ourensano por devoción y participó activamente en la vida política y asociativa de la ciudad.

En 1970 entró a trabajar como jefe de personal en la fábrica de Eduardo Barreiros en el polígono de San Cibrao. Dos años después, se trasladó a Vigo, para incorporarse a Citroën. De regreso a la que ya era su ciudad de adopción inició su trayectoria laboral en Caixa Ourense, que terminó cuando se produjo la fusión de las cajas del sur y nació Caixanova. Con 55 años se retiró y acabó presidiendo un sindicato de prejubilados. 

Dio salida a sus inquietudes políticas de forma paralela. Empezó en los primeros años de Alianza Popular y fue senador entre 1982 y 1986. Años después se desvinculó del PP y recaló en Ciudadanos. En las últimas generales iba como número tres en la lista del Senado, pero también dejó la formación naranja y en los últimos meses se había implicado en un partido político de la tercera edad.

Martín Amaro estuvo muy implicado en el movimiento vecinal. Presidió durante años la asociación de San Lázaro y después la asociación de vecinos Centro, donde le tomó el relevo hace menos de tres años Patricia Santamaría, que este domingo lamentaba su pérdida. «Era un ourensano de corazón, con muchas ilusiones y proyectos y muy preocupado por la ciudad y por el movimiento vecinal. Será duró seguir sin él. La asociación se queda huérfana, pero su legado nos acompañará siempre y nos guiará». 

Además de a su familia y a los distintos proyectos en los que se fue involucrando a lo largo de las últimas décadas, Martín Amaro era un gran aficionado a la caza y a la pesca y, cada cierto tiempo, viajaba a Alaska para la campaña del salmón. 

Por la situación derivada del covid no está previsto que se vele el cuerpo y se celebrará un funeral cuando la situación mejore.