Los directores de cine gallego posan ante la mirada de Xulio Gil en una exposición de que exhibe en el centro cultural Marcos Valcárcel
26 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Un director tiene que buscar desafíos, ser creativo, casi rozar la locura y, sobre todo, ser muy práctico». Alejandro Amenábar.
La fundación Carlos Velo, presidida por Carmen Leyte Coello, cuyo vicepresidente, Miguel Anxo Fernández es también director del OUFF, el periodista de La Voz de Galicia y documentalista Xosé Manoel Rodríguez González, y el festival de cine de Ourense, presentan en el espacio expositivo Marcos Valcárcel los grandes retratos del fotógrafo Xulio Gil. La exposición comisariada por Xosé Enrique Acuña, Manual de Dirección, Cineastas de Galicia, muestra 52 retratos de distintas generaciones de las principales directoras y directores del cine gallego y protagonistas del mundo de la creación cinematográfica y audiovisual de Galicia.
El fotógrafo ourensano, colaborador de La Voz de Galicia y otros diarios que fue galardonado con el Premio de la Crítica en Artes Visuales 2013, presenta un corpus de retratos individuales con la impronta de retrato de género o mayor de 52 cineastas como Oliver Laxe, Ángel de la Cruz, Dani de la Torre, Pagán, Jorge Coira, Juan Pinzás, Xavier Villaverde, Margarita Ledo Andión, Paula Cons, Alexia Muíños ou Chelo Loureiro entre otros, realizadoras y realizadores conocidos por sus exitosas trayectorias.
Reserva el artista un espacio para el recuerdo con una pequeña sección titulada No manual da memoria que se articula por parte de Gil como un agradecido homenaje a directores tristemente desaparecidos como Chano Piñeiro y Eloy Lozano. Con esta exposición el OUFF y la Fundación Carlos Velo manifiestan una línea de producción propia para un festival que se expande más allá de la duración del evento, dentro de su compromiso difusor de la cultura cinematográfica gallega. El pistoletazo de salida de la decimoséptima edición del certamen lo detonó la proyección, en su gala inaugural el pasado viernes, el estreno mundial de la última película de Ángel de la Cruz, O home e o can.
Exposición de calor
En palabras de Xulio Gil, es una exposición de calor en toda su polisemia, y esa temperatura de afecto inteligente y cómplice muestra a los creadores siempre ocultos tras la cámara, delante de esta, desde su lado más humano con una cercanía inusual que nos aproxima al ser de estos protagonistas, frente a la idea que suscita el misterio a través de su creación con la nota dominante del blanco y negro y una emocionante escala de grises expresivos, enfoques y desenfoques de carácter ambiental y táctil y de texturas orgánicas. Xulio enfrenta el personaje al espectador, realizando un análisis introspectivo de calado psicológico y valiéndose de objetos con función narrativa, reflexiona sobre el concepto de representación, la dualidad sujeto-objeto y las relaciones de apariencia y trascendencia, articulando una narración a través de la abstracción de un retrato veraz de la fisonomía de lo concreto y subjetivo en los entornos convertidos en escenográficos a través de los que fundamenta el discurso. El personaje emerge monumental de un fondo secundario.
Cartografía de una afectividad con encuadre cinematográfico en suspense que desplaza la aparente espontaneidad de la acción, creando una realidad nueva a partir de otras materialidades y externalizaciones, estableciendo un fondo neutro e impreciso de interior sin referencias contextuales o con estas diluidas por el desenfoque que enfrenta al protagonismo del objeto con el que interactúa el modelo, símbolo de sus películas, premios o reconocimientos y de su compromiso vital con el cine.
Exposición antológica y coral, dominada por el plano secuencia. Para que se establezca un diálogo entre el personaje retratado y el espectador hace uso de la regla de la mirada que consiste en que el modelo debe tener más espacio libre por delante que por detrás, aunque este funcione como soporte ambiental.
Humanismo en esta colección de retratos realizados en primerísimo plano de corte cinematográfico con la esencia de Cameron Macauley en el aspecto documental y su interés por la gran pantalla. Frente a la idealización, Gil plantea el verismo. La fidelidad en la captación y representación de los gestos, el registro de la identidad, su caligrafía propia, la marca visible de cada personalidad. Xulio Gil, como fotógrafo veterano, realiza obras de factura técnica irrebatible en cuanto a composición, iluminación y equilibrio. Su larga trayectoria, calidad artística y experiencia hace que se considere como uno de los fotógrafos referentes en la imagen gallega.