Alessandro Lequio se despidió de Galicia con una parada para coger fuerzas en el Padornelo
OURENSE
El exmarido de Ana Obregón paró a comer en el límite de Ourense con Zamora en su viaje de vuelta de las vacaciones de Semana Santa, que disfrutó en Bueu junto a su familia
11 abr 2023 . Actualizado a las 20:25 h.Alessandro Lequio disfrutó de unos días de vacaciones en Bueu esta Semana Santa junto a su familia y amigos. En el viaje de vuelta a Madrid, el que fuera pareja de Ana Obregón paró con los suyos a disfrutar de una comida en el Hotel Restaurante Padornelo, en la localidad zamorana con el mismo nombre, justo en el límite con la provincia de Ourense. Allí le atendieron Pedro Arias y su mujer, María Teresa Fernández. «Estuvo el sábado. Venía de paso y se quedó a comer. Fue muy amable y simpático. La verdad es que es un hombre muy cercano y agradable», afirma el hostelero. Era la primera vez que este matrimonio del Padornelo atendía en su negocio al conde Lequio y aunque no quieren soltar prenda de lo que comió con el fin de «preservar su intimidad», todo apunta a que degustó distintas carnes, las protagonistas de la carta.
«Mis padres abrieron el restaurante hace 45 años y hace tres, cuando mi padre falleció, lo cogimos Tere y yo. Aquí nos dedicamos sobre todo a la caza y a la micología. Trabajamos los productos de la zona, de Sanabria, de kilómetro cero y de calidad, para que prime el sabor y la tradición», explica el propietario del Hotel Restaurante Padornelo. El negocio está a ocho kilómetros de la provincia de Ourense y también muy cerca de Portugal, por lo que productos de estos dos lugares se cuelan entre las especialidades de la casa. «Soy un cocinero autodidacta y sobre todo cocino lo de aquí, el sabor de Sanabria, por eso hay mucha carne y mucha legumbre. Pero desde luego recomiendo probar nuestro pulpo gallego a la parrilla o nuestras volandeiras», afirma Pedro.
Lequio no es el primer famoso que ha pasado por las mesas del Hotel Restaurante Padornelo. El cantante Sergio Dalma es un cliente habitual y David Bustamante suele parar cuando sube de viaje a Galicia o a Asturias. «Al final somos un punto intermedio y es fácil parar aquí. Para nosotros es un placer que nos visite este tipo de gente, que confíen en nuestro establecimiento, pero igual que todos los que lo hacen día a día. Estamos muy felices con nuestros clientes», termina.