Jácome dice que sus audios fueron adulterados por una «mafia», pero no aporta pruebas: «Es una sospecha»

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Jácome, durante la rueda de prensa
Jácome, durante la rueda de prensa Miguel Villar

El alcalde de Ourense implica en la «operación de espionaje» a empresas y partidos políticos

10 may 2023 . Actualizado a las 17:50 h.

 Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense, convocó este miércoles una rueda de prensa para responder a la publicación de grabaciones en las que se le escucha hablando de supuestas donaciones ilegales de empresas para su campaña o de recolocar a sus asesores en empresas concesionarias. Según dijo, sin aportar ni una sola prueba, esos audios están «manipulados y adulterados». Además, culpó de ello a una trama de «poderes fácticos» en la que implicó a empresas y partidos políticos.

El alcalde explicó que, cuando se publicó la primera de las grabaciones, el pasado sábado, él y su equipo hablaron de cómo podría haberse registrado esa conversación. En ella, el regidor propone a dos funcionarios cargar con la multa que le pusieron a su coche oficial un fin de semana por la noche en Samil (Vigo). Los trabajadores con los que hablaba, según relató esta mañana, estaban «hechos polvo» tras la publicación del audio por si alguien pudiese pensar que habían sido ellos, «pero se confirmó que todo era un espionaje», dijo Jácome, que asegura que desde el principio se mostró convencido de que el origen era la instalación de unos micrófonos en el despacho de la alcaldía.

Tampoco aportó ninguna prueba de ello, pero dijo que esa «operación» tendría un coste de entre 200.000 y 300.000 euros, entre la instalación de los dispositivos y la posterior manipulación de los audios. «Yo no creo que esto se pueda hacer con inteligencia artificial», dijo Jácome, que expuso su teoría. Según precisó, los micros llevarían meses instalados en su despacho, aunque actualmente ya no están. Quien los puso y los quitó, según su versión, no tendría problemas para ello porque allí cualquiera puede entrar «como Perico por su casa». Lamentó, además, no haber hecho barridos para descubrir este tipo de dispositivos: «Es increíble que alguien como yo, que viene del mundo del sonido, cometiese ese error».

Según sus cálculos, la «mafia» que puso en marcha esta operación pudo grabar al menos 60.000 minutos de conversaciones y después, «haciendo copia y pega», alteraron sus palabras, aunque no descartó que también se usasen «herramientas de clones de voz». Tampoco aportó ninguna prueba de ello, pero señaló a empresas de la construcción y del sector de la comunicación como posibles culpables. Implicó también a partidos políticos, aunque de forma vaga e inconcreta: «Posiblemente, yo creo que todo esto esté orquestado con el PP y con el PSOE, quizás más con el PP que con el PSOE. [...] Pero oiga, de esto no tengo pruebas, es una sospecha».

Sin responder a las preguntas

Jácome intervino en un salón de plenos lleno de periodistas. «No hay mejor forma de empezar la campaña electoral», bromeó al empezar. Tras una hora de intervención, abrió un turno limitado de preguntas, pero la mayor parte de ellas se quedaron sin respuesta, especialmente las relacionadas con el contenido de las grabaciones. «No voy a comentar audios manipulados y adulterados. [...] No voy a entrar al trapo», insistió el alcalde de Ourense, que no quiso aclarar, por lo tanto, por qué se refería a su jefe de gabinete como «conseguidor».

Sí aseguró que la persona que finalmente cargó con la multa —un amigo suyo que va en la lista de Democracia Ourensana y que trabaja como profesor de la escuela de música— estaba cumpliendo con responsabilidades relacionadas con el Concello, «en un festival que hubo o algo así». El afectado, Rafael Rodríguez Cachafeiro, siguió la rueda de prensa de Jácome desde la tribuna del público junto a otros asesores y miembros del gobierno, algunos de ellos aludidos de forma despectiva por el regidor en los audios que se han hecho públicos. Cuando el alcalde terminó su intervención inicial, le dedicaron un aplauso.