Un hostelero de Ourense marcaba los objetivos a la banda de atracadores detenida por la Guardia Civil
OURENSE
Los ladrones robaron 110.000 euros en una casa tras amordazar y pegar a sus dueños y asaltaron a una mujer cuando llevaba 30.000 euros al banco
02 jun 2023 . Actualizado a las 18:56 h.Un hostelero de la capital de Ourense se encuentra entre las diez personas detenidas esta semana por la Guardia Civil en el marco de una operación contra los robos con fuerza. El empresario era, al parecer, el encargado de marcar los objetivos a la banda criminal, valiéndose de la información que conseguía gracias a su profesión. Su papel, por tanto, habría sido fundamental en los dos golpes que se atribuyen a una banda que, en medios policiales, se ha tildado de «especializada» y «violenta».
El primero de esos asaltos tuvo lugar el pasado 13 de marzo. Cuatro personas encapuchadas entraron en una vivienda de Soutopenedo (Ourense) y esperaron a que llegaran sus moradores. En cuando lo hicieron, los amenazaron y amordazaron, exigiéndoles que les dijeran dónde guardaban el dinero y las joyas. Sabían por la información recabada que podrían sacar un buen botín de aquella operación y no dudaron en pegar a las víctimas para lograrlo. Al final, se llevaron joyas por valor de cien mil euros y más de 10.000 en efectivo.
La banda se dispersó en los días posteriores. Dos de los sospechosos regresaron a Pontevedra, tres a Barcelona y los cinco restantes se quedaron en la ciudad de As Burgas. Pero siguieron activos y recabaron datos para cometer un nuevo golpe. Ocurrió el 4 de mayo. La empleada de una empresa de distribución de bebidas situada en el polígono de San Cibrao salía de su oficina para llevar al banco 30.000 euros cuando fue abordada por dos individuos que circulaban en una moto de gran cilindrada. Uno de ellos se bajó y amenazó con una pistola a la trabajadora, golpeándola, tirándola al suelo y apoderándose del bolso con el dinero. La mujer tuvo que ser trasladada hasta un centro sanitario, debido a las lesiones que tenía en la cara.
A partir de ese momento los investigadores del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil empezaron a atar cabos. Sospecharon que alguien había informado a la banda sobre las rutinas de la última víctima, en concreto los momentos en los que solía llevar la recaudación al banco, y tiraron del hilo. «Ha sido un trabajo enorme desarrollado en dos meses; se decidió explotar la operación esta semana porque nos preocupaba que pudieran cometer otro hecho delictivo», señaló este viernes Juan José López Castro, capitán de la unidad orgánica de policía judicial en relación al amplísimo despliegue policial que se llevó a cabo el pasado miércoles para hacer caer a los miembros de la banda. De forma simultánea se arrestó a dos sospechosos en la ciudad del Lérez, a tres en Barcelona y a cinco en la capital de As Burgas.
Vehículos sin placas de matrícula
Se realizaron siete registros en viviendas en los que se encontraron dinero, joyas y documentación que de momento está siendo analizada por los investigadores. «El grupo tenía dos células, una operativa y otra logística», explicó el mando policial. La primera era la que perpetraba los asaltos y hacía toda la vigilancia previa, incluida la información sobre objetivos, mientras que la otra se encargaba de facilitar alojamiento y medios de desplazamiento. «Usaban vehículos sin placas de matrícula para dificultar la investigación y eran especialmente violentos, no tenían reparo en utilizar la fuerza», aclaró López Castro, recordando que la operación Larimar (nombre de una piedra preciosa) sigue abierta. En la comparecencia ante los medios también compareció el teniente coronel de la Guardia Civil en la provincia, Rafael López Pinel, quien calificó de «importante» la desarticulación de esta banda criminal y destacó la peligrosidad de los delitos que se atribuyen a los arrestados.
El juez instructor ordenó el ingreso en prisión de siete de los arrestados en la operación
El mismo día que se realizaron los arrestos tres de los sospechosos involucrados en esta macro operación de la Guardia Civil ya fueron puestos en libertad. Así lo aclararon este viernes fuentes oficiales, tras haberse levantado el secreto del sumario. Los otros siete, entre ellos el hostelero de la capital, Ó. G. Á., pasaron a disposición judicial durante la jornada de ayer, acordándose para todos ellos la medida de prisión provisional comunicada y sin fianza. Se les investiga por delitos de robo con violencia y pertenencia a banda criminal.
Según ha trascendido tres de los cinco detenidos en la ciudad de As Burgas son de nacionalidad ecuatoriana y el cuarto es un ciudadano de origen portugués. Habría sido en el domicilio de este último donde se incautó una pistola usada en los robos, por lo que a este individuo se le atribuye también una tenencia ilícita de armas. Los investigadores creen que el líder de la banda es uno de los dos varones que fueron detenidos en Pontevedra.
Buscan a dueños de las joyas
En la comandancia de la Guardia Civil están custodiados numerosos efectos incautados en los registros. Se trata de dinero, pero también de joyas, relojes y otros objetos de valor que podrían pertenecer a robos anteriores perpetrados por esta misma banda. Se hace un llamamiento a los ciudadanos que hayan podido verse afectados.