El Concello de Ourense retoma el acceso con cámaras al casco viejo después de tres años sin bolardos

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Los bolardos de acceso al casco viejo fueron inutilizados en febrero del año 2020.
Los bolardos de acceso al casco viejo fueron inutilizados en febrero del año 2020. Santi M. Amil

El gobierno municipal logró aprobar cuatro modificaciones presupuestarias para movilizar más de 15 millones

14 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 26 de febrero del año 2020 el alcalde escenificó en el cruce de Concordia con Santo Domingo el fin de los bolardos. El sistema que regulaba el acceso al casco viejo fue inutilizado con la promesa de que se implantaría una red de cámaras de videovigilancia que servirían para leer las matrículas y sancionar a los vehículos que entrasen sin autorización.

El caso es que han pasado tres años y la asociación de vecinos Casco Vello ha denunciado en reiteradas ocasiones que el barrio se ha convertido en zona de paso y de aparcamiento diario para decenas de vehículos. Esa misma crítica la trasladaron ayer en sesión plenaria todos los grupos de la oposición con motivo del debate de una modificación presupuestaria que permitirá al gobierno municipal dotar una partida con 360.766,85 euros para reactivar la licitación del nuevo sistema de videovigilancia, un procedimiento de contratación que quedó paralizado el pasado mes de abril por falta de fondos.

Bajar los bolardos sin una alternativa para regular el acceso al casco viejo ha convertido la zona en una «selva», según dijo la popular Ana Méndez, o en una «xungla», según la socialista Natalia González. Rhut Reza, concejala del BNG, calificó esa decisión como «irresponsable». El alcalde, por su parte, defendió que los bolardos «había que eliminarlos sí o sí» y subrayó que «no es cierto que esto sea una selva». Según dijo, la mayoría de los conductores no se atreve a pasar por temor a una multa de la Policía Local.

El  tren das termas , circulando por el puente romano en una foto de archivo.
El tren das termas , circulando por el puente romano en una foto de archivo. Santi M. Amil

El caso es que todos los grupos apoyaron la modificación presupuestaria y esta fue, de hecho, la única de las cuatro operaciones propuestas por el gobierno que salió adelante por unanimidad. Además, se aprobó un expediente para abonar 5,5 millones de facturas atrasadas, otro de un millón para subvenciones a clubes deportivos y otro de 7,9 millones para pagar los buses urbanos recién adquiridos. En esta última modificación se incluyen 600.000 euros para comprar nuevos trenes turísticos y, sobre este asunto, Jácome avanzó que su gestión será encargada a otra empresa para desvincular el servicio del transporte urbano. Además, será más caro.

Críticas entre PP y PSOE

El PP fue muy crítico con la gestión económica del gobierno local. «Vostede será un excelente presidente de comisión de festas, pero na xestión é bastante desastre», dijo la popular Ana Méndez. La socialista Natalia González y el nacionalista Luís Seara se preguntaron, ante ese tipo de declaraciones, por qué entonces el PP facilitó al gobierno de Jácome la aprobación de todas sus modificaciones presupuestarias.