Manuel Carballo y una vida de arte en Ourense: entre la música y la pintura

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Manuel Carballo, en su estudio en las Galerías Xesta de Ourense
Manuel Carballo, en su estudio en las Galerías Xesta de Ourense Miguel Villar

El ourensano es profesor de guitarra y también de dibujo en el estudio MCarballo, en las Galerías Xesta

28 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que era un niño, la vida del ourensano Manuel Carballo (Xunqueira de Espadanedo, 1967) ha estado rodeada de arte. «En mi familia había pintores, escultores, músicos, escritores... entonces me crie entre ese afán artístico», recuerda. «Mi padre era alfarero y mi tío tenía un obrador en Niñodaguia, así que ya desde pequeño jugaba con el barro y con los tornos», añade. Lo mismo le pasó con la música y el dibujo. Manuel entró en contacto con ambas disciplinas a través del juego, de la vocación y de una pasión imparable que le llevaba a componer y a pintar, a partes iguales.

En casa trataron de llevarle por otro camino y por eso estudió Informática. No le fue mal y durante 17 años regentó el que fue uno de los primeros cíber que hubo en Ourense, el de la calle Manuel Pereira. Esta aventura la empató con ponerse al frente del café Jam Session, en Ramón Cabanillas. Durante todo ese tiempo, su vocación musical seguía encendida y Manuel iba haciendo sus pinitos por su cuenta. «El primer grupo que tuve fue La banda del cruel, con la que hacíamos rockabilly. Después llegó Sector Límite, un grupo de rock sinfónico. Y finalmente arranqué en solitario como MCarballo», explica. Cuando terminó la etapa del Jam Session decidió que era el momento de tratar de hacerse un hueco en la esfera musical. Cogió un local en las Galerías Xesta y se puso a llamar a puertas para cerrar conciertos. «Poco a poco empecé también a dar clases de guitarra. Fui cogiendo clientes con calma y la iniciativa evolucionó bien hasta que llegó la pandemia y nos encerraron», afirma. En ese parón saltó a su otra pasión: la pintura. «He pintado desde niño. Es algo que hacía a ratos, como quien va a jugar al tenis o a clases de inglés. Para mí era algo importante que practicaba sin ánimo de lucro», afirma. Durante el estado de alarma empezó a subir sus dibujos a las redes y los alumnos aparecieron solos. «Me di cuenta de que la gente aprendía, que no se me daba tan mal transmitir lo que sabía, así que pasé de dar guitarra a dar dibujo», comenta. En ese local, MCarballo, de las Galerías Xesta, combina sus dos talentos y forma a ourensanos en ambas disciplinas.

Manuel tiene un estilo hiperrealista, lo que hace que sus obras parezcan literalmente fotografías, con algo más de encanto. Trabaja diferentes técnicas como el grafito, la acuarela, el wash, la tinta o los lápices de colores. Prefiere la temática libre, pero los retratos son lo que más le piden. Sus dibujos cuestan entre 200 y 400 euros, depende del formato, del tamaño y de la dificultad. Porque Manuel invierte todas las horas que son necesarias para que el resultado sea perfecto. «Depende del trabajo en sí, pero tardo entre 8 y 12 horas. A mí me gusta cuidar los detalles y eso lleva su tiempo. La gente empezó a pedirme encargos por las redes y poco a poco me metí en el negocio», admite.

«La música y la pintura son dos pasiones complementarias en mi vida. Cuando me canso de una, me meto un poco más en la otra y viceversa», confiesa. De hecho, mientras avanza en su proyecto artístico no deja de componer y esta Navidad grabará nuevos temas.