Un COB con recursos supo doblegar al Castellón en el Pazo (93-80)

Laborioso y a la postre claro triunfo de un Club Ourense Baloncesto que ilusiona a su parroquia con la posibilidad de crecer en la competitiva LEB Oro. Ante el Castellón, el duelo se mantuvo abierto hasta un último período en el cual los hombres de Félix Alonso no defraudaron y descorcharon la esencia de su juego para ganar: 93-80.

Aún están crudos los dos contendientes, como pudo confirmarse en el Pazo. Arrancaron con ganas los de casa y con un Justin Turner que ya sacaba a pasear su habilidad en el lanzamiento, para el 12-6 de salida. Radic ayudaba atrás y las pequeñas ventajas sonreían a los cobistas, pero Hermanson también se movía con acierto en el perímetro. Llorente completó el despliegue del ataque local, para cerrar el primer acto con un 21-17.

La irregularidad era evidente en ambos conjuntos y los visitantes se ampararon en Dani Manchón para remontar en los primeros lances de la reanudación. Pero eran los anfitriones quienes lucían mayor fondo de armario, así que cuando Karamo Jawara enlazó nueve puntos, afianzó la brecha que sería definitiva para liderar el electrónico antes de un nuevo paso por los vestuarios. Romaro Gill ya era un guardián intimidador en defensa y Turner enarbolaba la bandera anotadora.

En esta categoría, no obstante, los partidos no suelen ser tan lineales y el tercer episodio fue un castigo para los ourensanos, que veían como Juan Antonio Orenga ya confiaba en Manchón y Franch para darle otro aire a la confrontación y el parcial de 4-12 hizo temblar las piernas de muchos de los integrantes del COB. Con los castellonenses otra vez por delante, el ataque de los hombres de Félix no era fluido y el técnico leonés se vio obligado a reorganizar a su equipo. Fue entonces la aportación de un hombre tan experimentado en la liga como Kacinas un balón de oxígeno para el anfitrión, que estaba padeciendo las trastadas de Stutz y Jankovic.

Con 60-61 se llegó al último cuarto. Con Romaro Gill activados bajo tableros se inició el arreón ourensano hacia el triunfo. Una canasta de Medicote puso el 74-69 que encendió las alarmas en el banquillo de Orenga, porque su oponente ya viajaba a velocidad de crucero, liderado por Justin Turner, que ya tenía a Mindaugas Kacinas como un socio importante en el capítulo anotador. A falta de tres minutos, el 82-75 pareció una losa para los forasteros, porque además los de casa también se mantenían firmes en defensa.

Al Castellón solo le quedó la carta de los triples y el COB aprovechó los tiros libres, aunque no se había mostrado muy seguro a lo largo del choque. En todo caso, una victoria que anima el renovado plan de Félix Alonso para este curso. Inicio con buen pie.

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