Piden cárcel para una madre y su hija acusadas de vaciar las cuentas de un familiar en Ourense: «Fue el colmo de la avaricia»
OURENSE
Fiscalía y allegados creen que las acusadas engañaron al resto de herederos. La defensa cree que este es un asunto civil
11 ene 2024 . Actualizado a las 17:00 h.Visto para sentencia quedó este jueves en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Ourense el caso contra dos mujeres, madre e hija, a las que se acusa de haber esquilmado las cuentas de un familiar, perjudicando así a otros herederos. En lo que las dos acusaciones ven una acción ilegal constitutiva de delitos de estafa y apropiación indebida, por la que piden prisión, la defensa advierte una conducta «moralmente reprochable» y un caso que debería discutirse en la vía civil.
Queda en manos del tribunal, con estos mimbres, dirimir las posibles responsabilidades penales de un asunto que se remonta al mes de abril del año 2019. Media hora antes de que un hombre muriera en el hospital de O Barco, su cuñada, cotitular en dos de sus cuentas, fue al banco y sacó 35.000 euros, la mitad del saldo, de una de ellas. Luego, tras la defunción, acudió a otra oficina con su hija y se llevó otros 12.000 euros. Posteriormente hubo otras disposiciones de liquidez que mermaron aún más el total del fallecido, de forma que cuando llegó el momento del reparto a los herederos, algunos sospecharon y denunciaron.
«Lo ocurrido fue el colmo de la avaricia», aseguró en sus conclusiones el abogado de esos allegados, personados como acusación particular, durante sus conclusiones finales. Esta parte ve en la conducta de las acusadas, Claudina G. P. y Yolanda V. G., un plan para engañar al resto de familiares que pusieron en marcha ya antes de que el titular de las cuentas muriera. El letrado aseguró que según la jurisprudencia actual ser cotitular de una cuenta no supone en todos los casos tener derecho a una parte del saldo, advirtiendo que en este caso todo el dinero del que se nutría esa cartilla de ahorros procedía del fallecido.
Reprochó el letrado a las dos acusadas que ocultaran las retiradas de dinero realizadas el día de la muerte al resto de herederos y asegura que, con esa conducta, pretendían engañarlos. «Lo de la sobrina favorita no existe jurídicamente», añadió, en relación a que Yolanda no tenía más derecho que el resto de sus primos a la hora de heredar solo por el hecho de que tuviera más presencia en la vida de su tío, que hizo testamento en favor de todos sus sobrinos, ya que era soltero y no tenía hijos. A mayores, puso el acento en las otras dos transferencias que se hicieron en el mes de mayo, y que redujeron al 50 % lo que en esa fecha aún quedaba en las cuentas. «Engañaron hasta al notario», dijo.
El fiscal, por su parte, acusó a las dos mujeres de «repartirse la herencia con la persona todavía viva», por haber retirado la mitad del dinero de una cuenta mientras su cuñado y tío agonizaba en el hospital. También cuestionó que los 12.000 euros que sacaron de la cuenta, y que acabaron en otra de la que son titulares Yolanda y su marido, fueran una «última voluntad», como alegaron ellas el primer día del juicio. «El hombre nunca dio el paso en vida de hacer esa donación», recordó, sospechando que tras este asunto podría estar una manera particular de las dos acusadas de ver la situación. Ellas habían sido las que habían cuidado del hombre en sus últimos años de vida e «igual no era justo a sus ojos que todos los sobrinos heredaran lo mismo». Esta parte ve «mala fe» en la conducta de las mujeres y ve también probado que pusieron en marcha un plan para perjudicar a familiares que confiaban en ellas.
Ambas acusaciones creen que los hechos deben ser condenados con penas de cárcel que van desde los 5 años que plantea la Fiscalía a los más de 10 que reclama la familia, si bien para la defensa todo este asunto no es más que un tema civil. «No hubo mala fe», valoró el letrado de esta parte, que aseguró que el caso contra sus clientas es «una causa general en la que se han mezclado muchas cosas». Consideró que Claudina estaba «en su derecho» de sacar dinero de las cuentas de su cuñado porque era titular de las mismas y reprocha a los familiares que actuaran con «dejadez». «No hubo ocultación de nada, los que no se enteraron fue porque no quisieron», dijo. Esta parte pide la absolución.