La instalación de las nuevas escaleras acerca la finalización de las obras en Ervedelo

Miguel Ascón Belver
MIGUEL ASCÓN OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Una grúa aupó la nueva escalera para colocarla en su ubicación junto al ascensor.
Una grúa aupó la nueva escalera para colocarla en su ubicación junto al ascensor. LA VOZ

La operación, que duró horas, provocó una gran expectación

23 may 2024 . Actualizado a las 18:34 h.

Un año y tres meses. Ese es el tiempo que lleva en obras la zona del puente de Ervedelo y de Avilés de Taramancos. Tras incumplir los plazos establecidos para la construcción de un ascensor, el proyecto ha entrado en su fase final y este jueves se instaló la escalera metálica que va pegada al elevador y que permitirá subir o bajar a pie.

Esa operación generó gran expectación entre los ourensanos que pasaban por allí. La estructura de la nueva escalinata, construida de una sola pieza en metal, tenía que encajar a la vez por abajo en una base de piedra con un primer tramo de peldaños de hormigón y, por arriba, en una pasarela que dará acceso a los peatones a la acera de Ervedelo. Una enorme grúa levantó la escalera y fueron necesarios varios intentos para conseguir colocar la estructura en el lugar adecuado.

Los trabajos se extendieron durante horas y aún continuaban por la tarde para asegurar la instalación. Todavía no hay fecha, en cualquier caso, para abrir al tráfico peatonal esta nueva escalinata, que viene a sustituir a la que llevaba décadas instalada en ese mismo punto. Cuando comenzaron las obras del ascensor, en febrero del año pasado, lo primero que se hizo fue retirar la vieja escalera. A partir de ese momento, los vecinos de la zona tenían que dar un rodeo de unos 200 metros para cruzar el río Barbaña por una pasarela cercana y subir por la escalinata de caracol que hay en la otra orilla.

Los pliegos de condiciones del contrato establecían un plazo máximo de nueve meses para la ejecución de las obras, pero estas quedaron paralizadas al poco tiempo de empezar. Según explicó el gobierno municipal, apareció una línea de media tensión que no estaba prevista en el proyecto y que era necesario trasladar. Cuando se solucionó este problema los trabajos se retomaron, pero volvieron a sufrir parones intermitentes.

Todas estas circunstancias eran objeto de comentario por parte de los ourensanos que se paraban este jueves a observar cómo los operarios trataban de encajar en su sitio la nueva escalera. Por momentos, casi no había sitio en la barandilla del puente de Ervedelo para seguir los trabajos. «Se deixasen a que xa estaba e puxeran o ascensor un pouco máis adiante non facía falta tanta historia», lamentaba un hombre mientras seguía los movimientos de la grúa.