El Concello de Ourense sigue sin presupuestos y con sus servicios en precario. La amenaza de censura planeó sobre la Diputación
01 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.as elecciones de mayo del año 2023 dibujaron, de nuevo, un complejo escenario político en Ourense. Un acuerdo con el PP permitió a Gonzalo Pérez Jácome seguir en la Alcaldía, pero al frente de un gobierno en minoría, con los populares en la oposición. Ese contexto de inestabilidad se manifestó a lo largo del año 2024, aunque en diferentes fases.
En estos últimos doce meses la situación del Ayuntamiento de Ourense ha cambiado poco. El Concello sigue teniendo todos sus grandes servicios en precario y tampoco cuenta con unos presupuestos actualizados. Los últimos son del año 2020 y, para poder gestionar el día a día, el gobierno local ha recurrido a multitud de modificaciones presupuestarias. Para sacar adelante esas operaciones, el ejecutivo de Jácome necesitaba del apoyo de al menos uno de los grupos de la oposición y, en muchas ocasiones, lo obtuvo del PP.
Sin embargo, en octubre hubo un punto de inflexión. El gobierno propuso diez modificaciones presupuestarias para movilizar cerca de 23 millones de euros del ahorro municipal. Solo se aprobó una de esas operaciones, la que permitiría dotar de más fondos a los servicios sociales, pero el resto fueron rechazadas por PP, PSOE y BNG, aunque por distintos motivos. Aquel momento coincidió con un conflicto laboral en el Concello y, para negociar las propuestas del ejecutivo, los populares pusieron como condición que el proceso de estabilización de empleo se impulsase tal y como se había acordado con los representantes de los trabajadores y no con los cambios que pretendía introducir Jácome.
Finalmente, el alcalde dio su brazo a torcer y prometió atender esa reivindicación, pero además jugó la carta de la Diputación. El líder de Democracia Ourensana tuvo contactos con dirigentes del PSOE para sondear la posibilidad de impulsar una moción de censura contra el presidente provincial, el popular Luis Menor. El temor a perder la Diputación fue clave para aplacar al grupo municipal del PP, que en noviembre facilitó la aprobación de todas las modificaciones presupuestarias que había rechazado un mes antes. Como resultado de todo ello, Jácome se afianzó en la alcaldía y Menor garantizó su continuidad en la Diputación, donde no se volvió a hablar de la posibilidad de la moción de censura. Mientras, el Concello sigue sin aprobar unos presupuestos actualizados y sus grandes concesiones continúan todas en precario. La institución provincial sí logró aprobar sus cuentas para el 2025, gracias a la abstención de DO y del PSOE.
La Xunta y el Estado renovaron a sus representantes en la provincia
El 2024 fue un año de mudanzas en el Estado y la Xunta, que renovaron a sus principales representantes en la provincia. El cambio en la Delegación Territorial de la Administración autonómica fue el primero y vino derivado del resultado de las elecciones celebradas en el mes de febrero. En esos comicios, el PP reeditó su hegemonía también a nivel ourensano. Los populares mantuvieron sus ocho escaños por la provincia, el BNG subió a cuatro, el PSOE se quedó con uno y DO consiguió un diputado. Tras las elecciones, Alfonso Rueda decidió nombrar delegado territorial en Ourense a Manuel Pardo, que llevaba una década ocupando responsabilidades en la Administración. Sustituyó a Gabriel Alén, que ahora se encarga de la Dirección Xeral de Comercio. En la Subdelegación del Gobierno el cambio llegó por la jubilación de su anterior titular, Emilio González Afonso. Ahora el cargo lo ocupa el profesor barquense Eladio Santos.