«En Argentina con dos trabajos cada uno no llegábamos a fin de mes y aquí podemos criar a nuestros hijos»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

A RÚA

Yamila Oporto y Juan Manuel Valdés, en Mandarina Kids en A Rúa de Valdeorras.
Yamila Oporto y Juan Manuel Valdés, en Mandarina Kids en A Rúa de Valdeorras. ALEJANDRO CAMBA

En el 2023 Yamila Oporto y Juan Manuel Valdés se instalaron en A Rúa de Valdeorras, donde tras abrir su propio negocio acaban de comprarse un piso

12 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Con cuatro hijos menores de edad, el más pequeño tenía poco más de un año, Yamila Oporto y Juan Manuel Valdés decidieron dejar atrás Argentina para buscar una vida mejor en España. La mala situación económica en su país, unida a un clima de inseguridad cada vez más asfixiante, les llevó a recorrer a la inversa el viaje que hicieron el abuelo de Juan Manuel (que era de Monforte) y la bisabuela de Yamila (nacida en Viana do Bolo). Precisamente esos lazos familiares de Juan Manuel fueron una baza fundamental para elegir España, ya que los trámites para conseguir la doble nacionalidad fueron muy sencillos.

Era una idea que les rondaba en la cabeza, pero en abril del 2023 la decisión se tornó firme. «Juan me dijo que se quería venir y el 4 de septiembre llegamos aquí», cuenta Yamila. En medio apenas algo más de cuatro meses en los que se dedicaron a buscar dónde vivir. Las primeras opciones que barajaron fueron ciudades como Madrid o Málaga, en las que hay una importante comunidad argentina y donde ellos tenían amigos. «Pero al mirar el precio de los alquileres y los gastos, vimos que era muy caro», reconoce Juan Manuel. Así que siguieron buscando. A través de internet conocieron el programa de retornados de la Xunta y pusieron la mirada en Galicia. «Vimos que aquí el alquiler era mucho más accesible y eso es importante para una familia súper numerosa como la nuestra», apunta Juan Manuel.

Y así, en las redes sociales, conocieron a una chica de A Rúa de Valdeorras que les echó un cable y con la que acabaron entablando amistad. Tanto es así que no se lo pensaron y viajaron rumbo al oriente ourensano desde la provincia argentina de Corrientes. Y encontraron su lugar. «Nos alojamos en un hotel cuatro días y después ya nos fuimos a nuestro piso en alquiler», cuenta Juan Manuel para explicar lo bien recibidos que se han sentido siempre y nombrando a otros vecinos de Valdeorras que les ayudaron en el proceso.

Con un hogar en el que vivir, él empezó a trabajar en el sector de la pizarra. Fue su primer salario en España hasta que pusieron en marcha su propio negocio. En abril del 2024 abrían Mandarina Kids, un local destinado a cumpleaños infantiles en el que sirven pizzas y empanadillas argentinas pero que aspira a ser mucho más. «Queríamos una actividad compatible con la crianza», relata Juan Manuel. Y no solo con la suya propia, sino con la del resto de vecinos.

«Hicimos un estudio de lo que no había y vimos que faltaba un espacio en el que poder hacer cumples y que puedan ir también los más pequeñitos, porque en otros sitios los menores de tres años no pueden entrar y nosotros tenemos ludoteca blanda para ellos», relata Yamila. Además, busca ser también un sitio «reconfortante» para los padres. «Que una madre pueda venir y tomarse un café tranquila sabiendo que el bebé está bien», relata Yamila, que también quiere poner en marcha talleres de teatro terapéutico, algo que ya hacía en Argentina. Juan Manuel, por su parte, ve difícil volver a ejercer como profesor universitario, pero sí confía en recuperar su profesión como comunicador impartiendo talleres de radio, escritura o comunicación audiovisual con adolescentes. Quieren convertir Mandarina Kids en un centro social y cultural lleno de actividades. Y presumen de que muchos de sus clientes habituales «ya son amigos».

«Buscamos ser parte de la sociedad»

Dieciséis meses de llegar a A Rúa, la familia ha podido comprar su propia vivienda. Han encontrado su sitio y no piensan en irse. «A Argentina queremos volver, nos gustaría ir cada año o cada dos, pero de visita», resalta Juan Manuel. Y añade: «Nos quedamos aquí, estamos muy contentos». Yamila es contundente: «Pasamos de tener dos y tres trabajos cada uno para no llegar a fin de mes a poder criar a nuestros hijos».

Reconocen, en todo caso, que los inicios no fueron fáciles, sobre todo para sus dos hijos mayores, que ahora tienen 16 y 14 años. En plena adolescencia, les costó integrarse. Todo cambió cuando decidieron cambiarlos a la educación pública. «Enseguida hicieron amigos», relata Yamila, que también destaca la buena acogida del resto de padres del colegio. «Tratan de integrar a los extranjeros», destaca ella, que pone en valor que esa es también su idea: «Buscamos ser parte de la sociedad».

Ambos son emprendedores, pero reconocen que no es fácil cuando uno está recién llegado. Creen que debería haber más apoyo y de hecho ellos mismos hacen grupo con otras personas en su misma situación para tratar de asesorarles. «La mayoría de la gente extranjera que viene quiere emprender, pero es difícil», destaca Juan Manuel. Ellos celebran haberlo conseguido.