Los afectados por los incendios de Carballeda de Avia vuelven a casa

Pablo Varela Varela
PABLO VARELA OURENSE / LA VOZ

CARBALLEDA DE AVIA

Santi M. Amil

Las administraciones rehabilitaron doce hogares del municipio después de que ardiesen en el 2017

09 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Este miércoles, la cumbre de Pena Corneira se divisaba negra desde las casas rehabilitadas de los afectados por los incendios en Carballeda de Avia en octubre del año 2017. La tierra y la roca no son las únicas que tienen memoria, porque entre el olor a muebles recién estrenados se colaba la voz de Basilio Paz, miembro de una de las familias que perdió su hogar. Su madre, Sara Gil, falleció hace poco sin llegar a verlo reconstruido. «Aquelo foi un inferno e non quedou nada», decía.

Sara estaba dentro de su casa en la parroquia de Faramontaos cuando el monte comenzó a arder. Su hija Luisa, presente este miércoles en la visita institucional de la Consellería de Medio Ambiente a las parroquias que padecieron el fuego, había dado marcha atrás tras toparse con las llamas en A Cañiza, yendo en dirección a Vigo por la autovía. «A miña irmá levou á nosa nai arriba, á súa casa», cuenta. En ese momento, Sara no sabía que los recuerdos de toda su vida iban a quemarse para siempre.

«Houbo un limbo temporal no que ela non tiña coñecemento de que a súa casa estaba ardendo», dice Luisa. Ahora, sobre las ruinas se parte de cero y el acto conjunto de la Consellería y el Concello de Carballeda de Avia tuvo un tinte de satisfacción y alivio a partes iguales. Carmine Scotto, uno de los propietarios afectados, ya estaba instalado a mediados de octubre en la vivienda, pero faltaban todavía unos pequeños retoques en el mobiliario. Ahora, su ilusión es dar color de nuevo a la parte trasera con su huerto de tomates.

Daría Rial, del lugar do Cabo, mostraba una pequeña sonrisa al explicar que, ahora sí, la antigua casa de su madre vuelve a estar en pie. Pero falta Amelia, y con ella una parte indispensable de su vida anterior. «Ela non chegou a tempo de velo», decía después con tristeza. «Mulleres como Sara e Amelia calaban mentres se facían os traballos, pero non tiñan a convicción de que fosen a ver os seus fogares de novo en pé», dijo Luis Milia, alcalde de Carballeda. El grueso de las casas afectadas eran humildes, muchas hechas a base de madera y piedra que quedó desmenuzada. Destacan ahora el toque blanquecino de la roca nueva, así como sus tejas coloradas.

Pero ahora, el otro reto pasa por devolver el color verde a los montes cercanos, de forma organizada. «Se non o limpamos, volverán os incendios», advirtió Milia. La idea del regidor es «facer produtivo o monte» y mira de reojo a Muimenta, integrada en el proyecto de aldeas modelo de la Xunta.

Casi 2,5 millones de inversión

El concello de Carballeda de Avia estima que los daños por el fuego afectaron a casi la totalidad de su superficie, aproximadamente un 80 % que comprendería arboleda, canalizaciones y tendidos de telefonía. También quedaron calcinadas 13 viviendas que eran residencia habitual, de las que 12 han sido reparadas, como las de Faramontaos. Pero además, se reconstruyeron cinco inmuebles auxiliares.

El coste de los proyectos de rehabilitación, así como las obras posteriores, ha alcanzado casi 2,5 millones de euros. De ellos, cerca de 1,2 los aportó la Xunta, mientas que el gobierno central sumó 975.000 euros y la Diputación de Ourense casi 84.000. El importe restante fue sufragado por seguros privados -116.000 euros-, entidades privadas -23.000- y 37.700 por los propietarios.

«É unha mágoa por quen morreu sen ver o seu fogar, pero temos que seguir adiante»

La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, estuvo este miércoles en Carballeda para visitar los domicilios ya rehabilitados. La Consellería, que lanzó ayudas por un importe de 3,9 millones de euros para paliar los daños de la plaga de incendios en octubre del 2017, destinó una quinta parte de ese presupuesto al municipio ourensano, donde se captaron 770.000.

Vázquez estuvo acompañada de miembros de Cruz Roja Ourense e Ikea, dos de las entidades privadas que tomaron partido en la reconstrucción de las casas. Felipe Ferreiro, presidente de la asociación humanitaria, mostró su alegría por ver que los vecinos parten de cero. «Restaurar as casas non era sinxelo, porque estes trámites levan tempo. Estou satisfeito porque Cruz Vermella estivo aí desde o primeiro momento», explicó.

Con ellos estuvo Fidel Aybar, adscrito al departamento de sostenibilidad de Ikea. Cruz Roja Ourense y la multinacional sueca colaboraron desde un inicio para evaluar posibles acciones de ayuda a los afectados. «Cuando nos enteramos de los incendios, llamamos a la organización para saber si necesitaban alguna cosa. Al principio nos comentaron que no, pero cuando comenzó la reconstrucción a los pocos meses contactaron con nosotros para saber si podíamos facilitar mobiliario. Aportamos eso y también el transporte», dice Aybar.

Ferreiro, que también incluye a la productora audiovisual AMC como una de las donantes, aboga ahora por mirar al futuro: «É unha mágoa por quen morreu sen ver o seu fogar, pero temos que seguir adiante».