El proyecto para convertir antiguas canteras de pizarra de Valdeorras en un atractivo turístico: museo, taller de creación artística y merendero

CARBALLEDA DE VALDEORRAS

El diseño de los arquitectos Carlos Quintáns y Zaida García para el Clúster de la Pizarra es finalista en la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo
02 jun 2023 . Actualizado a las 13:53 h.El proyecto de recuperación de antiguas canteras de pizarra de Carballeda de Valdeorras para convertirlas en un reclamo turístico es finalista en los premios de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU). Pizarra. Recuperación en zonas con procesos de extracción es un trabajo de los arquitectos Carlos Quintáns Eiras y Zaida García Requejo que se enmarca dentro de los planes del Clúster de la Pizarra y el Concello de Carballeda, con el apoyo de la Consellería de Industria, para fomentar el turismo industrial en las explotaciones cerradas.
Según recoge el proyecto de Quintáns y García, se revegetarán las paredes de las canteras para devolverles el verdor que tenía la montaña antes de comenzar la labor extractiva y se recuperarán seis edificios abandonados. Los dos más grandes se destinarán a taller de creación artística y museo. En medio del espacio elegido para la intervención se rehabilitará un pabellón pequeño como mirador. «Goza de las mejores vistas y se puede convertir en una referencia del conjunto entre los dos lagos», argumentan los arquitectos. Porque la zona elegida son dos explotaciones en desuso situadas en Casaio en las que la suma del agua de lluvia con los brotes de los acuíferos han dado forma a dos singulares masas de agua artificiales.

En una zona apartada hay otros tres construcciones que se destinarán a aseos, almacén y zona de comida a cubierto. Los seis inmuebles, que están en estado semirruinoso, serán rehabilitados con pizarra.
En cuanto al museo, se dotará con una colección de instrumentos usados en los procesos de trabajo vinculados a la pizarra. Además, se incluirán también test para comprobar las características de cada cantera, así como fotografías y documentos vinculados con la historia de las empresas extractoras, además de publicaciones y grabados.

Se trata de un proyecto que está previsto poner a andar en breve, aunque también incluye otros planes a más largo plazo. Así, se recoge como un objetivo a futuro conservar la mina de Cafersa una vez que se haya agotado su vida útil. Hasta el momento, en las escasas minas construidas en la zona para extraer la pizarra (la forma más habitual es en explotaciones a cielo abierto) estas se iban cerrando a medida que cesaba la actividad. Y en parte sigue pasando así en la de Cafersa. Cuando una galería ya no tiene pizarra, se utiliza como escombrera para tirar la parte del rachón que no sirve para uso industrial. El objetivo ahora es dejar las galerías sin rellenar para, cuando ya no haya más piedra natural que sacar, poder abrirla a las visitas. «Está en un lugar con acceso relativamente fácil y con un espacio amplio para poder realizar una recuperación vegetal significativa», recoge el proyecto.

Reflexión disciplinar
Desde el clúster destacan que el proyecto tiene una larga intrahistoria puesto que sus artífices llevan años interesados en investigar sobre los procesos productivos y la posible mejora de los entornos geográficos en los que estos se incardinan. Tras publicar un par de obras centradas en esta cuestión, Quintáns y García comenzaron a trabajar en colaboración con el Clúster en un plan para determinar cómo actuar en el conjunto de canteras de Valdeorras atendiendo al cierre de varias de ellas, y forzando las intervenciones necesarias para restablecer la vegetación en las zonas degradadas, derribar o restaurar construcciones abandonadas existentes y fijar lugares de descanso y de ocio, así como para plantear recorridos que debían mostrar las cualidades paisajísticas que ya existían. Se trata de un «ambicioso proyecto de intervención», según las palabras del presidente del clúster, Víctor Cobo.

«Los proyectos de investigación e intervención deberían contribuir a la reflexión disciplinar que nos es propia y también a su conexión con la cultura, atendiendo a lo sucedido en el arte desde hace décadas y que debería retomarse», considera Carlos Quintáns. Por su parte, Zaida García, apunta: «Ambas acciones pueden ser semilla para impulsar cambios en el entorno y de relación con el medio, para encauzar adecuadamente el desarrollo y el progreso, a través de una actuación concreta que podría replicarse luego en otras áreas geográficas con similitudes paisajísticas».

Cobo se muestra satisfecho de que el proyecto haya sido preseleccionado en la BEAU porque, dice, ayudará a darle visibilidad a Valdeorras como emplazamiento principal de la actividad pizarrera en Galicia. Además, mostrará al clúster y a las empresas asociadas como organizaciones concienciadas con poner en valor «no solo la generación de puestos de trabajo y dinamización económica que la pizarra posee en la zona, sino también con el cuidado y acondicionamiento de la zona en la que se incardina, de acuerdo a las premisas de sostenibilidad, para que el área geográfica en el que se ubican las canteras se convierta en un reclamo turístico de primer orden». También la alcaldesa de Carballeda, María del Carmen González, destaca el valor de la nominación. «Avala que sigamos apostando para que salga adelante un proyecto en el que empezamos a trabajar hace dos años», dice. Avanza que pronto se darán a conocer los detalles de la actuación. Y remarca que aunque es el primero que se dará a conocer, no es el único proyecto en marcha para la zona. «Estamos trabajando en tres líneas distintas, apostando por el turismo industrial desde tres puntos de vista», añade.

Entre los 25 finalistas de los 150 proyectos presentados
La BEAU es una convocatoria impulsada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y la Fundación Arquia. Tiene como objetivo reconocer el papel de la arquitectura como valor de cambio. La propuesta que se desarrollará en Carballeda fue una de las 25 finalistas elegidas por el jurado de entre los 150 proyectos presentados. El nombre de los ganadores se dará a conocer en la bienal que se celebrará en septiembre en Sevilla.