Cristina Sotelo: «Para emprender es importante aprender a tener miedo y ser valiente»

CASTRO CALDELAS

En los últimos seis años ha adquirido dos negocios completamente dispares
01 mar 2019 . Actualizado a las 14:06 h.Tiene solo 33 años y ya han pasado 6 desde que constituyó su primer negocio, la empresa de ayuda a domicilio Ateular. A finales del 2017 veía la luz su proyecto más ambicioso y con él, hacía realidad el sueño de toda su vida, abrir un centro de estética avanzada y antiedad que lleva su nombre. Cristina Sotelo, natural de Castro Caldelas, tiene claro que las claves para emprender son asumir riesgos y trabajar de forma exigente y constante.
-¿Qué la llevó a emprender?
-Siempre fui muy autónoma, en mis primeros trabajos no lo era pero ya lo parecía, viajaba mucho y por tanto llevaba una línea muy independiente. Desde el principio, me gustó trabajar por libre. Quería dejar mi trabajo y me surgió la oportunidad de coger Ateular, que ya la tenía a medias con mi hermana, pero cuando ella quiso dejarlo, me animé yo. Así empecé hace seis años, porque no quería era estar en el paro, que parece que es lo que todo el mundo quiere.
-Pero, ¿y abrir otro negocio en tan poco tiempo y tan diferente?
-Abrir una clínica siempre fue mi espinita, lo que pasa es que la inversión que tenía que hacer hace seis años me daba miedo y al final, cuando sigues rodando te planteas el porqué no abrirla. Llevo todo este tiempo mirando locales para montar el centro, hasta el año pasado que finalmente me decidí. Siempre quise esto, pero tuve que esperar a tener los medios para conseguirlo.
-¿Con qué soñaba de pequeña?
-Quería ser abogada. Mi tía era esteticista y me llamó la atención su trabajo. Cuando terminé bachiller todavía no sabía muy bien lo que quería hacer y la estética era un referente importante porque lo tenía en casa. Estuve ocho años trabajando a nivel nacional como formadora de una empresa estética y eso me ayudó a seleccionar lo que quería para mi negocio y lo que no. Siempre tuve el apoyo de mi padre y nunca tuve una negativa en casa en torno a emprender, por tanto solo lidié con la ansiedad que me producía el miedo al fracaso personal.
-Entonces, ¿el riesgo más grande se lo supuso adquirir Ateular?
-Sí, es una empresa de ayuda a domicilio. Nosotros tenemos nuestro personal y lo que hacemos es gestionar gente que va a los domicilios tanto a hacer tareas del hogar o limpiezas, como cuidado de ancianos. Fue una aventura muy grande y muy nueva. Pasé cuatro meses haciendo un proyecto, informándome mucho... Si ahora tengo que pensar cómo salí adelante en ese momento, no lo sabría decir, pero supongo que todo parte del esfuerzo y la práctica. Creo que para estas aventuras empresariales lo básico es dedicarle mucho tiempo de trabajo y aprender a sentirte sola, a llorar y a tener miedo, sabiendo que al final haces lo que quieres y eres valiente.
Actualmente, compagino el trabajo en las dos empresas. Al final te acabas acostumbrando a este ritmo, no sé por cuánto tiempo, pero lo hago.
-¿Está satisfecha?
-Mucho, a veces muy cansada, pero muy satisfecha. Ahora miro hacia atrás y no sé ni como lo hice. Animaría a todo el mundo a emprender pero sí que es cierto que hay que ser muy sacrificado y muy consecuente. Me dicen organízate y trabaja menos, pero al final el negocio te lía y es la manera de crecer. Siempre quise empezar con un nivel de exigencia alto, esa es mi forma de posicionarme. Vi un tipo de cliente con falta de cariño, con necesidad de sentirse mimado y de ver su tiempo y su dinero invertido sin tener la sensación de haberlo malgastado, y eso es lo que ofrezco. No creo en la publicidad que no sea continua, en trabajar día a día. Cristina Sotelo es mi auténtica vocación y lo que pretendo es avanzar sobre él, que sea un nombre de referencia. Estamos centrándonos en la estética oncológica, poder tratar a mujeres que han pasado o están pasando por distintos tratamientos oncológicos.