Piden más de 30 años de cárcel para cuatro acusados de asaltar un club de alterne de Celanova

A las once de la noche del 20 de julio del 2020 dos hombres encapuchados irrumpieron en un club de alterne situado a las afueras de Celanova. Los sospechosos, que no solo ocultaban sus rostros sino que además llevaban guantes en las manos para no dejar huella alguna, llevaban una pistola y una escopeta cuando irrumpieron en el local O Limbo al grito de «arriba las manos, esto es un atraco». Usaron una frase muy de película, pero lo que ellos tenían en mente no era una ficción. Iban con intención de llevarse dinero del establecimiento y para asegurarse de que sus planes salían según lo previsto apuntaron con sus armas tanto al dueño como a las otras cuatro personas que en ese momento estaban en el local, dos hombres y dos mujeres. Uno de ellos disparó contra una estantería llena de botellas, haciendo que saltasen por los aires cristales rotos que alcanzaron a uno de los clientes. Los ladrones querían atemorizar a los testigos y para ello golpearon a dos de ellos en la cabeza, usando en un caso la culata de la escopeta. Luego uno de los ladrones se metió dentro de la barra y cogió el dinero de la caja registradora. Había 700 euros en efectivo. Ese fue el botín. En unos segundos ambos salían del local y se metían en un coche que les estaba esperando en la parte de atrás y en el que viajaban dos mujeres. Una de ellas no sabía nada del plan, según se sospecha, pero la otra sí estaba al tanto del atraco y por ello tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados del Juzgado Penal dos de Ourense en unas semanas.

Y es que a pesar de que aquella noche los ladrones consiguieron huir, la Guardia Civil logró en las semanas posteriores dar con ellos, descubriéndose que el robo había sido un delito perfectamente organizado en el que también había participado la madre de uno de los sospechosos.

Así lo recoge el escrito de acusación del caso, que sitúa como investigados a Jonatan L. V., José Luis T. D., Lorena V. A. y Antonia D. N. Según ese informe, los cuatro habrían consensuado los detalles para atracar el club, con un plan que dio sus primeros pasos horas antes del asalto. En torno a las seis de aquella tarde Lorena habría enviado un mensaje de Whatsapp a un amigo con la excusa de invitarlo a un café. En realidad, solo quería que saliera de casa porque en su ausencia José Luis y Jonatan se colaron en su vivienda y le robaron una pistola artesanal fabricaba por el particular, pero apta para disparar.

Hacía falta otro arma para el golpe y los acusados la encontraron, presuntamente, en casa de la madre de uno de ellos. Consta en autos que ese día José Luis se puso en contacto con su progenitora y le pidió prestada una escopeta. Ya por la noche, este mismo individuo se habría puesto al volante de un coche, careciendo del permiso obligatorio, y habría conducido hasta la parte posterior del establecimiento, acompañado por Jonatan y Lorena. Mientras, Antonia se apostaba en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Celanova, dispuesta para avisar a sus compañeros de cualquier movimiento que observara.

Huyeron a Canarias

Tras el asalto José Luis y Lorena, que no habían cumplido los 30 años y eran pareja sentimental en aquellos momentos, huyeron a Canarias, pero en el mes de octubre fueron arrestados. Se encontraban en Fuerteventura cuando los detuvieron los agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil. En el despliegue también cayeron los otros dos sospechosos del atraco, residentes en la comarca de Celanova. Ahora la Fiscalía de Ourense les imputa delitos de robo con fuerza, contra la seguridad vial, tenencia de armas y lesiones por los que reclama, en total, penas que superan los treinta años de prisión.

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