El conservatorio de O Carballiño cerrará en verano para eliminar los altos niveles de gas radón
O CARBALLIÑO
Los padres exigieron el pasado mes de septiembre que el Concello tomara medidas preventivas antes de los trabajos
02 mar 2024 . Actualizado a las 12:04 h.El conservatorio municipal de O Carballiño cerrará sus puerta en verano para acometer obras en su interior, después de que las mediciones realizadas por técnicos de la Universidad de Santiago determinaran que los niveles de gas radón son muy elevados. Actualmente acuden a estas instalaciones alrededor de 245 chavales y desde la asociación de padres exigen al Concello que ponga en marcha medidas inmediatas y preventivas para poder entrar a las aulas sin peligro, hasta que no se resuelva el problema
El presidente del ANPA, Delio Pousa, explica: «Los profesores nos dijeron que había un estudio que determinaba que los niveles de concentración de gas radón son muy superiores a los que contempla y recomienda la normativa vigente. Cuando llegó septiembre hablamos con el Concello para que implantase medidas provisionales. A día de hoy no tenemos conocimiento de ningún cambio». Aunque no quieren generar alarma, señalan que es necesario acometer cuanto antes los cambios no solo por el bien de sus hijo sino también de los profesores.
«No tenemos información de lo que van a hacer. Hablan de llevar las clases más expuestas a la primera planta del auditorio. Queremos que se hagan mediciones en las aulas y que quede acreditado que las que se van usar tienen niveles adecuados». Además, han solicitado al Concello de O Carballiño que elabore un plan de emergencia y autoprotección del centro, que no existe en la actualidad. Recuerda el presidente del ANPA que al auditorio del conservatorio acuden muchas personas y que es obligatorio contar con esta planificación.
Por su parte, el concejal de Urbanismo de O Carballiño, Alberto Otero, señala que las mediciones se tomaron en el 2022 y recuerda que muchas de las edificaciones que se realizaron en la época en la que se construyó este inmueble tienen este problema. Explica que el límite está en 300 Bq/m3 y que en algunas de las aulas del conservatorio, sobre todo las que se encuentran en el sótano y están menos ventiladas, alcanzan los 600, con picos de 800. «Agora mesmo o Concello contactou cun arquitecto que fará un proxecto para unha vez rematado este curso acometer a obra para eliminar ou minimizar o impacto do gas radón. Esperamos ter remato o proxecto este mes e sacalo a licitación para iniciar as obras en verán», explica el edil.
Alberto Otero señala que la idea es el cambio de todo el suelo del conservatorio con el sistema caviti, —una cámara ventilada a modo de encofrado que se instala en el sótano o en el bajo de edificios, con un aislamiento— para impedir que el gas radón suba. De forma preventiva, mientras no se realizan estas obras, Otero explica que se están ventilando las zonas abriendo las ventanas de las aulas. «Os profesores están preocupados polo gas radón e pedimos á empresa que faga un protocolo para saber como eliminalo mentres non se acomete a obra. Cando é máis nocivo é polas mañás que é cando ventilamos, xa que temos a vantaxe de que as clases son pola tarde e suponse que o nivel é máis baixo», añade.
Incoloro, inodoro e insípido
El radón es un gas incoloro, inodoro e insípido que se produce por desintegración radiactiva natural del uranio presente en suelos y rocas. Al aire libre, se diluye rápidamente hasta alcanzar concentraciones muy bajas y no suele ser peligroso. Puede entrar a los edificios por las grietas del suelo, los agujeros en la construcción, las ventanas, los desagües o los espacios que rodean los cables o las tuberías. El problema se encuentra en los espacios cerrados. Allí, las concentraciones de radón son más elevadas y una alta concentración es perjudicial para la salud.