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Los hosteleros todavía recuerdan la relación de amor-odio entre los ourensanos y la bebida

OURENSE CIUDAD

26 jul 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

ourense | Una mirada a la historia reciente de Ourense permite rescatar una fecha que marcó un hito en el desarrollo empresarial ourensano. En 1972 se presentaba, en un incipiente polígono industrial situado en San Cibrao das Viñas, una nueva bebida: la cerveza San Martín. La hemeroteca recuerda quienes asistieron a la puesta de largo de la espumosa hecha en Ourense: Eulogio Gómez Franqueira, Ángel Carreño, Antonio Nolasco y Plácido del Amo. La fábrica llegó a tener 250 empleados aunque con el siglo XXI la plantilla quedó reducida a una decena de personas. Pero los recuerdos no están sólo en los tomos. También a pie de barra. El bar Pepinillo abrió sus puertas en la ciudad de As Burgas en 1946. De ahí que Pepe Rodríguez pueda considerarse una autoridad en la historia de la hostelería local. Dentro del mostrador todavía recuerda aquellos días en los que servía cerveza San Martín. Diversidad Pepe explica que, entre sus clientes habituales, había diversidad de opiniones a la hora de decidir con qué acompañar el bocadillo de queso y pepinillo o el de panceta y queso, que son los más representativos del local. Así lo rememora: «Había quien siempre pedía San Martín y quien entraba por la puerta diciendo: 'Ponme una cerveza, cualquiera menos San Martín. Para Franqueira, nada de nada'». Prueba de la autenticidad de los testimonios del Pepinillo es el botellín que todavía se conserva presidiendo el local. Tanto Pepe como su socio, Andrés Fernández, tienen en la memoria anécdotas relacionadas con la cerveza ourensana. También sus clientes que, haciendo un ejercicio de historia gustativa, son capaces de recordar el sabor de aquella rubia ourensana. «Estaba entre la Mahou y la Estrella. Era una cerveza suave», apunta un antiguo bebedor de San Martín.