Este matrimonio ourensano combinó esfuerzo y muchas ganas para dar vida a su propio estudio creativo

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Alex y Elea, en el estudio que han montado en su casa
Alex y Elea, en el estudio que han montado en su casa Palma Roca

Las Ninas es un proyecto de accesorios y adornos personalizados que pusieron en marcha Elea Dapena y Alex Salgado

05 nov 2024 . Actualizado a las 18:14 h.

Elea Dapena lleva la artesanía y la creatividad en la sangre. Aunque nació en Lugo, con solo dos añitos se mudó a Ourense. A su padre, que en aquel momento era el director artístico de Porcelanas Galos, lo trasladaron a la ciudad y se vino la familia al completo. Elea estudió Diseño Textil y Moda en Allariz, en la escuela Felicidad Duce, que hoy en día ya no tiene sede en el municipio. Al terminar la formación, esta ourensana tenía prisa por independizarse así que se puso a trabajar para el grupo Inditex. En menos de un año era encargada de la tienda Stradivarius del centro comercial Ponte Vella. Dos décadas después sigue trabajando en textil. Lo hace para otra empresa, una multinacional sueca.

La realidad es que Elea no para. Ni ella ni su afán creativo. Da clases extraescolares de manualidades en el colegio Ben-Cho-Shey, va a clases de baile y, por si fuera poco, acaba de poner en marcha su propio proyecto de artesanía. Se llama Las Ninas y surgió en el 2016. «Quería llevar a mis hijas a Disneyland París, así que me puse a pensar qué podía hacer yo a mano para vender y conseguir aumentar mis ahorros», cuenta. Fue entones cuando descubrió el tricotín, una herramienta que se utiliza para tejer con la técnica de cordonería francesa. «Es una forma rapidísima de producir y permite muchas variables. Una compañera de trabajo me pidió que le hiciese el nombre de su gato. Desde ahí empezaron a crecer los pedidos y todo fue rodado. Me abrí un perfil en Instagram y empecé a recibir pedidos de distintos puntos de España. Fue una locura», confiesa.

En poco tiempo, Elea contagió el gusanillo creativo a su marido, Alex Salgado, quien también tiene muy agudizado el ingenio. Es el hijo de María do Ceo, por lo que ha crecido rodeado de música. De hecho, él mismo se dedica a este sector desde hace casi una década. Acompaña a su madre tocando la guitarra portuguesa. Antes de eso trabajó en una empresa de metal. «Hacíamos productos a lo grande. De hecho construimos las escaleras del Puente del Milenio», recuerda. Alex vio el empeño y la dedicación que su mujer ponía cada día en Las Ninas y se sumó al proyecto animado por ella. Lleva todo lo que tiene que ver con el grabado. «Me encargo de los diseños y de la ejecución. Tenemos un láser de luz que graba en madera, metales y otros muchos materiales. Podemos hacer prácticamente de todo», asegura Alex. Hacen llaveros, tazas, bolígrafos, carcasas, abanicos, cajas de recuerdo, sellos... El abanico de posibilidades es inmenso y además 100 % personalizados. «Acabamos de entregar los trofeos de un torneo de patinaje artístico. De verdad, podemos hacer de todo y para todos los gustos», afirma el músico. «Hacemos detalles de comuniones, placas conmemorativas y también regalos originales», añade Elea. Ahora empiezan la campaña de Navidad. En Las Ninas tienen preparados bastidores con renos, Papás Noel y muérdagos. Hacen bolas personalizadas para el árbol. Las tienen de papel, de madera y también de metacrilato. Son el regalo perfecto para un amigo invisible porque su precio no llega a los 5 euros.