Los focos se sucedieron en minutos a lo largo de dos carreteras, lo que apuntaba la hipótesis de que fue intencionado
12 sep 2022 . Actualizado a las 22:48 h.La sucesión de focos incendiarios que el miércoles asediaron Verín y otros pueblos del municipio como A Rasela hace pensar en una ejecución claramente intencionada. Las primeras llamas salieron en la zona más próxima a la villa, en el área de San Antón, en tres o cuatro puntos. Uno de esos fuegos afectaría a parte de la planta de Aguas de Sousas. Minutos después, surgieron dos focos más siguiendo la línea de la OU-113 en el núcleo de A Rasela. Hubo que decretar la situación 2 por proximidad a las viviendas y fue cuando se vivieron los momentos de mayor tensión.
Las llamas salieron en medio de la localidad y amenazaron con acercarse a la estación de servicio de Repsol. Numerosos medios se concentraron en apagar estos focos por su peligrosidad para las poblaciones. Mientras los medios actuaban allí, el fuego volvió a surgir en otros puntos de la zona norte el municipio. Se detectaron otros focos en Caldeliñas y Tintores y luego el presunto incendiario aparentemente tomó la OU-114, pues aparecieron llamas en el entorno del santuario de Os Remedios y en Vilamaior. En Vilamaior fue donde el incendio se hizo forestal y cogió fuerza juntándose con el fuego que venía de A Rasela. En ese momento fue necesario cortar la A-52.
Ante este modus operandi, las autoridades apuntan a una ejecución claramente intencionada. Ya se inició una investigación, tanto por la UIFO de Medio Rural como por la Guardia Civil, para determinar el origen de las llamas e intentar descubrir al autor, para lo que se ha solicitado la colaboración ciudadana.
Los daños se han cuantificado en parte: 600 hectáreas quemadas y algunas pérdidas de bienes materiales. La empresa Aguas de Sousas vio afectada una parte del material que guardaba en sus instalaciones y un empresario local que se dedica a la compraventa de coches perdió varios vehículos antiguos que guardaba en una nave en Ábedes.
El Concello de Verín solicitará al Gobierno la próxima semana, según anunció el alcalde Gerardo Seoane, la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia, para que los particulares afectados puedan reclamar alguna subvención que les compense los daños sufridos. «Fue intencionado. A degüello. Buscaban que los medios de extinción colapsaran, pero no esperaban que hubiese tanto dispositivo», afirma el alcalde de Verín. Una decena de helicópteros y otras tantas avionetas, además de dos BRIF del ministerio, la de Laza y la de Tabuyo, así como bomberos de Portugal, fueron algunos de los medios desplegados. Su labor fue clave para evitar males mayores. Pero dada la situación meteorológica, con una sequía prolongada, los alcaldes ourensanos cruzan los dedos. Ayer, las avionetas todavía sobrevolaban Verín para sofocar un par de reproducciones del fuego.