Estará doce meses sin hablar con su hija adolescente tras admitir ante una jueza de Ourense que la agredió tras una discusión

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

VERÍN

Entrada principal del edificio judicial de Ourense
Entrada principal del edificio judicial de Ourense M. FERNÁNDEZ

La progenitora tendrá que realizar 31 jornadas de  trabajos en beneficio de la comunidad

04 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año sin poder estar a menos de 200 metros de su hija y teniendo prohibido mantener con ella cualquier tipo de comunicación. Ni siquiera podrá mandarle un mensaje o dejarle una llamada perdida en el móvil. Es la condena que tendrá que afrontar una madre que acaba de ser condenada por un delito de maltrato. La víctima, una hija suya adolescente, la denunció ante la Guardia Civil de Verín asegurando que la había agredido. Ahora se ha demostrado que tuvo lugar una conducta violenta, ya que fue la propia acusada la que así lo admitió en el juicio celebrado esta misma semana en Ourense.

El episodio tuvo lugar poco después de las doce de la noche del 11 de julio del 2020. La acusada, de 45 años, se encontró con su hija de 16 en el portal de la vivienda en la que residía en Verín, pero entre ambas enseguida estalló una discusión. La progenitora le hizo reproches a su descendiente y en un momento del enfrentamiento empezó a agredirla.

Así lo recoge la sentencia, en la que se atribuye a la investigada una intento de «menoscabar la integridad física» de la víctima. Ha quedado acreditado, de hecho, que la agarró del pelo, le propinó golpes en la cabeza y también le lanzó varias patadas. Eso sí, la joven no fue al médico tras el incidente ni tampoco acudió a presentar denuncia contra su madre. Solo se atrevió a dar ese paso varias semanas después, cuando se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Verín relatando lo ocurrido. Los agentes del puesto le tomaron declaración e incoaron diligencias que llegaron al juzgado de lo penal número 1 de Ourense.

El juicio estaba señalado para el 30 de octubre y se había previsto que tuviese que declarar ante la magistrada no solo la acusada, sino también la víctima y algunos testigos. Al final no fueron necesarios esos testimonios ya que la investigada reconoció los hechos antes del inicio de la vista. Su defensa y el ministerio fiscal llegaron a un acuerdo de conformidad sobre el que ya no cabe recurso alguno.

Y esa resolución, con la que la progenitora se mostró conforme, contempla el cumplimiento a lo largo de las próximas semanas de 31 jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad. Tendrá prohibido portar armas durante los próximos dos años pero además la resolución incluye otra consecuencia que, seguramente, será la más dura para la madre. A partir de este momento, y durante los próximos doce meses, no podrá estar a menos de 200 de su hija, teniendo prohibido acudir a su vivienda o su lugar de trabajo. Tampoco se le permitirá mantener con ella cualquier tipo de comunicación.