Niega ante una jueza de Ourense que llamara por teléfono a su ex mujer a pesar de una orden de alejamiento: «Esto es una patraña»

La Voz / LA VOZ

VERÍN

El acusado, durante el juicio en Ourense
El acusado, durante el juicio en Ourense M. FERNÁNDEZ

Fiscal y acusación particular creen que el investigado incumplió una orden judicial y piden once meses de prisión

17 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A mediados del mes de agosto del año 2020 una mujer puso una denuncia contra su marido por violencia de género. Este paso motivó que el juzgado, situado en Verín, dictase una orden por la que prohibía al hombre acercarse a la denunciante o comunicar con ella por cualquier vía.

Ahora, pasados más de tres años de aquello, no hay ninguna sentencia que haya condenado al denunciado por los hechos denunciados en aquellas fechas, si bien queda pendiente al menos un fleco de lo ocurrido entonces. Al hombre, un agente de Policía Nacional, se le acusa de haber quebrantado la orden de alejamiento y sobre la inocencia o culpabilidad del investigado en esos hechos es sobre lo que tendrá que decidir ahora la magistrada del Juzgado de lo Penal 2 de Ourense.

«No me comuniqué con ella», insistió el acusado en el juicio celebrado este martes, negando haber intentado contactar con su ahora exmujer. Explicó que estaba conmocionado por la denuncia, en la que se le atribuían graves hechos, y admitió, eso sí, haber dejado mensajes de voz a su cuñado. «Esto es una patraña» dijo al ser preguntado por una llamada que recibió la denunciante en su propio teléfono. El acusado explicó que le había dado el móvil a su sobrino y que este, sin querer, había pulsado a la tecla de llamada, pero sobre este extremo, que el sobrino confirmó, hay otra versión. Así, un agente de la Guardia Civil que participó en el atestado aseguró que, en su día, el investigado no hizo mención alguna a este argumento, explicando que todo había sido un descuido suyo, en forma de llamada perdida. «Sonó hasta que paró», dijo sin embargo la exmujer en la sala de vistas. Su hermano ratificó haber recibido los mensajes.

El fiscal fue claro en su petición de condena. «Estaba vigente una prohibición de comunicación y los mensajes que envió eran para la denunciante», dijo, considerando que lo ocurrido fue un delito continuado. Por su parte, la acusación particular recordó que, por ser agente de policía, el acusado «sabía lo que podía hacer y lo que no». La defensa dijo que todas las denuncias en contra de su cliente han sido sobreseídas y alegó que el hombre estaba «ofuscado». Si se ven probados los hechos, podrían imponerle once meses de prisión.

Zona de exclusión

También por quebrantar una orden de alejamiento fue juzgado otro sospechoso en la sala de vistas del Juzgado Penal 1 de Ourense. En este caso se sospecha que el investigado se adentró en varias ocasiones en la zona de exclusión en la que no podía estar. El acusado justificó algunas de ellas por trabajo y otras porque tenía consulta con su psicóloga. También puso en duda la precisión del sistema. «La señal me llegó a localizar en Madrid, y yo no estuve allí», afirmó. Le piden 9 meses de prisión.