Reabre tras diez meses el puente caído en Xunqueira de Espadanedo

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA OURENSE / LA VOZ

XUNQUEIRA DE ESPADANEDO

El puente de Xunqueira quedó reabierto este viernes.
El puente de Xunqueira quedó reabierto este viernes. alejandro camba

La reconstrucción tuvo un coste de 2,3 millones de euros

21 dic 2024 . Actualizado a las 22:52 h.

El tráfico rodado ha regresado al puente de la carretera autonómica OU-536, en Xunqueira de Espadanedo, diez meses después de que se derrumbase. Es la vía de conexión de la ciudad de Ourense con la comarca de Trives o lugares como la estación de montaña de Manzaneda. Uno de los estribos de la estructura se vino abajo en el mes de febrero y la Xunta inició en abril la reconstrucción a través de una tramitación de emergencia, con un coste de 2,3 millones de euros. La estimación era reabrir el puente en julio, pero finalmente este viernes previo a Nochebuena fue el día que se recuperó la circulación.

La pasarela fue construida a principios del siglo XIX y ya entonces hubo fallos en la ejecución. Tal y como observaron ahora los técnicos, no tenía el ancho necesario en la parte inferior para garantizar la resistencia ni un relleno suficiente y de calidad. Meses antes del derrumbe, la inestabilidad del puente había obligado a la Xunta a realizar obras de refuerzo del firme. No fueron suficientes, y en un primer momento se cortó el tráfico para derribar un estribo dañado, pero las condiciones meteorológicas y el paso de vehículos acabaron tirando la estructura cinco días después. La obra para reconstruir el puente fue «monumental».

Primero los operarios trabajaron en el desmontaje del muro dañado, que ya fue una tarea compleja porque al mismo tiempo no podían condicionar la estabilidad del resto del puente. Se rebajó el nivel del estribo caído hasta llegar al suelo natural y después se consolidó el puente con anclajes y hormigón con malla en la parte del relleno. El siguiente paso fue excavar las cimentaciones hasta el nivel de piedra que permitiese asentar correctamente la estructura. Los muros se volvieron a fabricar en cantera con una piedra parecida a la que se conservaba desde el siglo XIX, pero de mayor dureza. Fue necesaria la colocación de 2.500 piezas de granito en seco y sin mortero.

Las obras se extendieron casi el doble de lo previsto. Desde la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas explicaron que las condiciones meteorológicas complicaron los trabajos.

Además, estuvieron condicionados por la necesidad de garantizar el puente y por la decisión de mantener la misma tipología de piedra, ya que era una estructura histórica. Los sillares de la parte derrumbada no pudieron emplearse por no tener resistencia, y eso dificultó el proyecto. Ayer, diez meses después, los coches volvieron a circular por la carretera autonómica. Hasta ahora, tenían que desviarse por dos vías secundarias, lo que retrasaba el viaje unos cinco minutos.