Álvaro Siza confía en que su nuevo Café Moderno sea un eje cultural en la ciudad
PONTEVEDRA
El prestigioso arquitecto portugués visitó ayer las obras y asistirá el mes próximo a la apertura del edificio «He intentado mantener el carácter propio del edificio y evitar un fácil derrapaje hacia lo "kitsch"». Así definió ayer el prestigioso arquitecto portugués Álvaro Siza su proyecto de rehabilitación del antiguo Café Moderno en el centro cultural de la Fundación Caixa Galicia. Siza, que realizó ayer una de sus periódicas visitas a las obras del edificio pontevedrés, anunció que asistirá el mes próximo a la apertura del nuevo Café. «Cuando comencé este proyecto _aseguró ayer_ lo hice como un trabajo de consultoría, pero poco a poco quedé muy atraído e impresionado por la dificultad, fue todo un estímulo y un desafío». El arquitecto se mostró especialmente interesado en que el edificio «recupere su actividad cultural» en la ciudad del Lérez.
13 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Varios fueron los motivos por los que Álvaro Siza decidió hacerse cargo de la rehabilitación del Café Moderno, según explicó ayer. En primer lugar, su arquitectura, que definió como «ecléctica y muy interesante, se puede decir que es un Art nouveau de provincia, con un carácter muy fuerte» y, en segundo, la intensa vida cultural que se desarrolló en sus salones: «verifiqué que hay una memoria colectiva en la ciudad muy importante». Otro de los aspectos que le influyó y que no conocía a priori fue el hecho de que en una de las antiguas viviendas del edificio viviese el pontevedrés Alejandro de la Sota, a quien considera «un gran arquitecto» y, por último, el hecho de que en la rehabilitación se acometiese la restauración de un cuadro de Laxeiro. «Evitar lo `kitsch''» «Cuando acepté no sabía esto _señaló_, porque al principio empecé con labores más propias de consultoría, pero quedé muy atraído por la historia y también muy impresionado por la dificultad que traía consigo. Tenía miedo de hacerlo mal y al mismo tiempo interés, era un estímulo y un desafío». Lo más complicado fue, según el propio técnico luso, compaginar la arquitectura tradicional del centro con la modernidad que se desprende del nombre del café. «Con anterioridad no conocía el café ni su interés histórico, que además tiene un nombre muy sintomático, `moderno'', y que por tanto fue un punto importante a tener en cuenta _manifestó Siza_. Entonces quise mantener lo más posible el carácter propio del edificio y evitar un fácil derrapaje hacia lo kitsch». En este sentido, señala que del antiguo café se recuperaron las mesas, «pero todo el resto del mobiliario me dejaron dibujarlo, lo que me permitió hacer una obra completa, una oportunidad que se tiene muy pocas veces». Y del resultado _ayer recorrió sala a sala el edificio durante más de dos horas_ se muestra especialmente satisfecho. «Por lo menos, confío que a nivel de arquitectura guste en Pontevedra _indicó Siza_. Y espero que también este espacio retome su actividad cultural». En principio, el arquitecto portugués piensa asistir a la inauguración del nuevo Café Moderno, que tendrá lugar el próximo mes de octubre, aunque todavía desconoce la fecha en que se celebrará el acto.