La calzada de estas calles se reducirá a un carril de circulación y las aceras se ampliarán hasta seis metros La reforma de Sagasta y de Fray Juan de Navarrete, último proyecto del plan de movilidad urbana presentado por el Ayuntamiento de Pontevedra, comprende la reducción de las calzadas de ambas calles a un solo carril de circulación de vehículos para ganar espacios peatonales. La supresión de la avenida de Vigo como acceso al centro urbano aligerará y aliviará el tráfico en Sagasta, hoy convertida en un circuito de paso Vigo-Santiago por el corazón de la ciudad. Fray Juan de Navarrete se convertirá en una calle arbolada en sus márgenes y con aceras muy anchas, de más de seis metros.
16 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.La actuación prevista en estas calles viene condicionada por su fuerte carácter comercial y en el nuevo diseño se ha tenido especial cuidado en la disposición de los aparcamientos de carga y descarga, para eliminar en lo posible la congestión que actualmente sufren por la presencia de numerosos camiones de reparto. En el primer tramo de Sagasta, donde están Zara y Froiz, se reservará para la carga y descarga de mercancías toda la margen del supermercado, desde el cruce de Benito Corbal hasta el cruce de Castelao. En el segundo tramo, desde Castelao-Cruz Gallástegui hasta Fray Juan de Navarrete-Joaquín Costa, se plantarán árboles en el lado de los números pares, previsiblemente naranjos, alternados con algunas plazas de aparcamiento. En el último tramo, hasta la avenida de Vigo-Peregrina, se habilitará otra amplia zona de carga y descarga. Las aceras de Sagasta serán más anchas a costa de reducir la calzada a un solo carril de circulación, haciendo imposibles las dobles fila. La eliminación del tráfico proveniente de la carretera de Vigo facilitará la solución. Como se había adelantado, la intención del gobierno local es dejar también la avenida de Vigo con un solo carril de circulación de salida de la ciudad. La supresión de este acceso al centro urbano aligerará mucho el tráfico en Sagasta y cortará un circuito de paso rodado sur-norte por el casco. En cuanto a la calle Fray Juan de Navarrete, lo más relevante de la reforma serán los enormes trazados peatonales que se ganarán con la reducción de la calzada. Esta calle pasará a tener aceras de seis metros de ancho con árboles a ambos lados, varias plazas de aparcamiento y una zona de carga y descarga en la margen del Hospital Domínguez. Fray Juan de Navarrete quedará conectada con la Glorieta de Compostela y Peregrina con un espacio ajardinado y una fuente partida por la calzada en dos medias lunas.