Restauradores sin fronteras

MARÍA CONDE PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

CARLOS PASCUAL

Alumnos de la escuela pontevedresa realizarán prácticas en Cuba, Portugal y Alemania El arte no tiene fronteras. Y tampoco la recuperación del patrimonio artístico. En los últimos años, más de un centenar de alumnos de la Escola de Restauración pontevedresa han realizado prácticas en los museos más prestigiosos de la Península, entre ellos el Guggenheim o el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Pero es la hora de mirar al extranjero. Así, este mismo año, varios estudiantes del centro harán colaboraciones en países como Cuba, Portugal, Italia y Alemania. La reparación de pintura mural y la arqueología centran la mayor parte de los trabajos de estas prácticas internacionales.

12 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

La Escola de Restauración colabora con los museos más destacados de España, como son el Guggenheim, el IVAM de Valencia, el MACBA de Barcelona, el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, el Reina Sofía, el Thyssen o los de Bellas Artes de Bilbao y Valencia. A nivel internacional, se habían realizado el pasado año trabajos de restauración en el casco viejo de La Habana, con la participación de dos alumnos, pero los planes para este 2001 son mucho más ambiciosos, según explica el profesor Antón Sobral. Así, se prevén colaboraciones con la Academia Lago de Como de Milán, trabajos de arqueología en Portugal, y colaboraciones en Alemania. «Es muy importante -señaló- por ejemplo, la colaboración con Portugal, porque aquí en Galicia apenas se realizan excavaciones arqueológicas». Además del país luso, la Escola colabora en este campo con el Museo de Arqueología de Madrid. Pero sin duda, el proyecto más significativo será la vuelta a Cuba en septiembre, donde se prevé que viajen este año cuatro alumnos, seleccionados por sorteo. El centro promoverá diversas actividades para financiar este viaje, que en esta ocasión servirá para realizar trabajos de pintura mural en la capital de la isla caribeña. Una gran mayoría de los estudiantes que han pasado por la escuela pontevedresa ha encontrado empleo no sólo después de realizar prácticas en estos centros, sino también en empresas especializadas en restauración o montando su propio negocio. «Es una profesión -añade el profesor- en la que apenas hay paro, aunque también se trabaja de forma más intermitente».