A Verdura será inaugurada mañana, tras una discutida reforma que cambió totalmente su fisonomía Habrá opiniones para todos los gustos, pero los más asiduos de la plaza de A Verdura se muestran bastante desencantados con la reforma efectuada por el Concello. La sensación general es que el nuevo empedrado ha cambiado totalmente la fisonomía de este espacio emblemático del centro histórico y los nuevos árboles que se plantarán en otoño difícilmente podrán devolverle el carácter que imprimían las antiguas catalpas. La renovada plaza, a falta del mobiliario urbano, será inaugurada mañana por la noche con una fiesta-cena organizada por la asociación comercial de la Zona Monumental.
18 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.A Verdura ha dejado de ser una plaza sombría y ha ganado espacio libre para el esparcimiento, triplicado a mayores con la apertura de los arcos tapados de la Casa de Luz. El proyecto fue consensuado con las asociaciones de vecinos y para la reforma se estudió la evolución histórica de la plaza, que a finales del siglo XIX no tenía árboles y el pavimento era uniforme. El Concello insiste en que todas sus actuaciones en el casco antiguo son respetuosas con el patrimonio histórico y persiguen la mejora del medio urbano y de la calidad de vida. Pero, lo cierto es que la obra de A Verdura no despierta el entusiasmo que suscitó entre los pontevedreses la reforma de Curros Enríquez y los Soportales. La mayoría de las personas consultadas, comerciantes, vecinos y asiduos, coinciden en que este rincón de centro histórico ha perdido sus señas de identidad. La polémica ya se inició hace meses con la tala de las catalpas enfermas que cubrían prácticamente toda la plaza. Después surgieron las críticas por la claridad de la piedra nueva empleada en la repavimentación, interpretada por los ecologistas como un paso más hacia la uniformización del casco histórico. Los vecinos reclamaron la utilización de piedra «morena» lo más acorde posible con las edificaciones del entorno. El Concello lo intentó, pero pudo localizar un granito más oscuro y con unas condiciones mínimas de dureza. Los operarios de la empresa Casas Novas están dando los últimos retoques para la inauguración de la renovada plaza, prevista para mañana. Quedan pendientes los bancos y los nuevos árboles, que no se plantarán hasta el próximo otoño, así como la fuente de hierro restaurada, gemela de la instalada en Curros Enríquez.