El artista asegura que no se pone reglas en su show Leo Bassi toma como referencia «el día después» del 11 de septiembre para su nuevo espectáculo. El artista asegura que no se ha puesto reglas ni límites para abordar este suceso, «porque yo no acepto que un cómico no pueda hablar de una tragedia ni de política, incluso lo considero un insulto».
19 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.El siempre controvertido Leo Bassi no pudo dejar pasar la ocasión para opinar sobre la «reconquista» de Perejil, un acto que considera «patético y cutre, pero por ambas partes». «Siempre hay buenos y malos por ambos lados, y aquí hay chulismo por ambos lados», señaló el artista italiano, que presentaba ayer en el marco del Festiclown el espectáculo Doce de septiembre . «Siempre hay un día antes y un día después y nadie en la comedia ha abordado hasta ahora lo que ocurrió después del 11-S -explicó Bassi, un asiduo del Festiclown-. El cómico no puede hacer de avestruz y esconder la cabeza ante lo que pasa». En Doce de septiembre , Bassi interpreta a un banquero, un hombre que de ser jefe en una gran empresa se encuentra tras el atentado a las Torres Gemelas «como una víctima del tercer mundo, algo que no había vivido antes». «En vez de ponerme la nariz roja como un payaso -añadió el italiano- prefiero vestirme de banquero. Es mi manera de joder la imagen del poder». Bassi asegura que no se ha querido poner límites ni reglas a la hora de abordar las consecuencias del 11-S. «Es un insulto para un cómico que la comicidad tenga que ser algo light -señaló-. Yo no hago humor negro para ofender. Los cómicos amamos la vida, y la vida sigue y las cosas son así. Es más sano que hacernos moralistas»,