AUDIENCIA PROVINCIAL
25 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.?a Audiencia de Pontevedra ha absuelto a un conocido traumatólogo pontevedrés que había sido acusado de falso testimonio al hacer un informe pericial en un juicio en el que estaba procesado un segundo facultativo. En este último caso, un Carmelo Serantes se sentó en el banquillo de los acusados por el fallecimiento de una paciente en junio de 1999 tras un fallo multisistémico. El ya absuelto traumatólogo fue llamado para determinar si la causa de la muerte fue una infiltración de cadera. El tribunal pontevedrés considera que «no puede afirmarse que el acusado faltara a la verdad maliciosamente, pues expresó su opinión teniendo en cuenta el historial clínico» de la víctima. Resalta, asimismo, que únicamente el cirujano que intervino a la fallecida para determinar si el foco infeccioso es el que mejor pudo conocer los hechos, al tiempo que apunta que existía un cultivo de la zona supuestamente afectada que había dado negativo. Se dio la circunstancia de que se realizó un segundo cultivo, que a la postre fue positivo y confirmó al existencia de septicema, pero el procesado «no llegó a tener conocimiento» de él, pues «se encuentra fuera del contexto del historial». La Audiencia Provincial, asimismo, rechaza que el imputado hubiese dado respuestas mal intencionadas o que hubiera mantenido una actitud poco colaboradora durante su comparecencia judicial como perito en la muerte de una paciente. Por el contrario, mantiene que sus contestaciones a las preguntas de las distintas partes implicadas «quizás no fueron recogidas literalmente las respuestas del perito (lo que bien puede tener su explicación en el carácter eminentemente científico de la pericia y la larga duración del acto que se infiere de la batería de preguntas a la que se sometió al imputado)». Concluye apuntando que las aclaraciones del traumatólogo «están en la línea argumentativa de la propia pericia».