Pontevedra está ligada al Camino desde que comenzaron las peregrinaciones, y eso se puede comprobar, con continuas referencias por todo el casco histórico. Una copla hace referencia a su hospitalidad: «Pontevedra é boa vila, da de beber a quen pasa, a fonte na Ferrería, San Bartolomé na praza». El recorrido, una vez dejado atrás el albergue, pasa junto a la estación de tren. Frente a ella, hay que tomar la rúa do Gorgullón. El peregrino debe seguir esta calle hasta cruzar la avenida Eduardo Pondal y continuar por la rúa Virxe do Camiño. Esta calle lleva el nombre de una capilla derribada en los años 30, junto a la que había un hospitalillo de peregrinos. Además, delante de ella se celebraba la tradicional «feira das cabazas». En el cruce de esta calle con Sagasta, el caminante girará a la izquierda, para encontrarse con la rúa da Peregrina. Nombre evocador, como la contigua glorieta de Compostela. Esta calle nos lleva hasta un templo muy singular, con planta en forma de vieira, el símbolo de los romeros a Santiago. Es la capilla de la Peregrina, que se comenzó a construir en 1778, en estilo portugués, y que guarda en su interior la imagen de la patrona de la provincia. La tradición dice que esta virgen guiaba a los peregrinos desde Baiona a Santiago. Porta do Camiño Unos metros más abajo, antes de tomar la rúa dos Soportáis, señalada con una vieira en la pared, se encuentra la Porta do Camiño. Era la antigua puerta que, en la muralla, guardaba la entrada de la ciudad. Ahora de la puerta sólo queda el nombre, y eso porque se ha recuperado hace poco, porque también era conocida como Porta de Trabancos. Se acerca el caminante a la Ferrería donde está la fuente de la copla. Una flecha amarilla indica el camino hacia la rúa Soportáis. Bajo los arcos puede aguantarse mejor el calor del verano, o el de estos días de principio de otoño. Las piedras de casas y del suelo ayudan a mantener el frescor. En la plaza de Curros Enríquez se debería coger la rúa Real, que baja hasta la rúa da Ponte. Ese era el trazado de la antigua vía romana, cuyos restos se encuentran bajo el suelo actual. Como estos días la rúa Real está levantada por obras, desde la Asociación de Amigos se ofrece un alternativa: bajar por la rúa Don Gonzalo, enlazar en la praza de Méndez Núñez, a la que se accede bajo un arco, con la rúa César Boente, y seguir hasta el mercado.