El material básico cuesta hasta cinco veces menos en los bazares orientales Los centros privados suman los libros de texto y el uniforme al precio de la matrícula
13 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?legó septiembre, y con él, la vuelta al cole. Las familias se enfrentan a un desembolso económico importante para cubrir la llegada del nuevo curso escolar. Sin embargo, las cantidades son muy variopintas dependiendo de las elecciones de los padres. Un abismo de hasta 1.700 euros separa los gastos que suponen ir a un centro público o privados en Pontevedra. A un lado de la balanza se sitúa el Colegio Sek-Atlántico. Pasado el mes de octubre los alumnos recibirán en sus casas una factura de pago que cubre los dos primeros meses de curso. El total será de 1.055 euros de gastos de matrícula, más 354 euros en material escolar (que el propio centro suministra). Las cifras se desglosan entre 655 euros de enseñanza y actividades, 234 de servicio alimenticio en régimen de media pensión, 109 euros de seguro escolar y 57 euros del psicotécnico (obligatorio para ser admitido). Por otro lado, la factura total del material escolar de un alumno de, por ejemplo, 15 años es de 354 euros, más unos 220 euros por la compra del uniforme escolar (jersey, polo, pantalón o falda, medias, zapatos y anorak), unos 60 euros de uniforme deportivo, más otros 15 de complementos de papelería. La suma total puede incrementarse con el gasto por el transporte escolar hasta las instalaciones de A Caeira. Un alumno en las mismas condiciones que pertenezca al Colegio Público A Xunqueira II no supera los 20 euros de gastos obligatorios en material escolar. Desde que los libros de texto son gratuitos, las familias se ahorran desde 180 hasta 240 euros al comienzo de cada curso. Los gastos básicos se refieren a papelería complementaria, que los libreros estiman en unos 20 euros, «contando con cuadernillos de idiomas, libretas y todo tipo de bolígrafos», especifica uno de ellos. En el caso de los colegios concertados, los gastos más representativos son los que cubren el uniforme escolar, que se sitúa, como como sucede con el Sek-Atlántico, entre los 180 y los 240 euros. «Hay alumnos que se llevan cuatro pares de calcetines, a otros con unos le llegan, así que el gasto es relativo», dicen en una tienda especializada de la ciudad. El presupuesto para los centros concertados depende, en cierta medida, de la generosidad de los padres. «Antiguamente se pasaba una factura de unos 50 euros trimestrales, que ahora es un donativo voluntario que dan los padres que quieren», explica la familia de una joven de sexto curso. A la hora de valorar hace falta fijarse en si el colegio exige o no llevar uniforme. «Es un gasto grande al que hay que sumar unos 80 euros del material deportivo», explica la madre de una joven del Colegio Calasancio. En algunos centros concertados el chándal y la camiseta son los únicos requisitos. En cualquier caso, las cifran ofrecen un juego fácil. El transporte escolar, los comedores, la ropa y el calzado son cifras cargadas de altibajos que harían saltar cualquier estadística. «Los uniformes son caros, pero es cierto que los niños que lo usan tienen un vestuario mucho más reducido que los que tienen que preocuparse de la ropa de cada día de la semana», dice una madre pontevedresa. Técnicas de ahorro Lo cuantioso de las cifras puede incluso aumentar si hablamos de los más pequeños de la casa. Los precios varían según las edades. Si bien en los uniformes el precio asciende a medida que los niños crecen, en el caso del material los alumnos de tres y cuatro años son los que más gastan. «El material de los alumnos de Educación Infantil es siempre más y más caro que, por ejemplo, los de Primaria o Secundaria», dicen los responsables de una librería pontevedresa. La vuelta al colegio admite técnicas de ahorro. Las altas cifran de las compras de ropa, calzado, cuadernillos, pinturas, mochilas... podrían rebajarse si se huyen de los enemigos de bajos precios. Las marcas disparan los gastos y las cifran son abismales si se comparan los precios de un pantalón gris comprado en tiendas especializadas, con otro similar que se venda en algún centro comercial. Lo mismo sucede en cuanto al gasto de papelería. Los bazares chinos encabezan la lista de precios más bajos, y las desigualdades continúan cuando comparamos grandes centros comerciales con pequeñas tiendas de la localidad. El secreto es dejar tiempo en dar más vueltas. Buscar a fondo y tomar decisiones tras haber comparado más.