DESDE MI BUTACA | O |
14 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Fundada en Roma en 1952, la orquesta de cámara I Musici está especializada en la interpretación de obras del periodo barroco y de manera particular en Vivaldi (compositor del que son una referencia), amén de todos los músicos venecianos de la época. Sin embargo, también figuran en sus atriles obras de todos los tiempos, acordes con su formación. Así, en su nómina de autores figuran: Samuel Barber, Bela Bartok, Benjamín Britten u Ottorino Respighi, por mencionar algunos. Sus interpretaciones son siempre símbolo de calidad, de fiel reflejo al sentimiento del compositor. En su última visita a Pontevedra auspiciada por la Obra Social de Caixanova, I Musici ha ofrecido un programa monográfico dedicado al compositor veneciano Antonio Vivaldi. Los instrumentos musicales que portaban sus integrantes son auténticas joyas, como hemos apreciado en el programa de mano. Fueron construidos en Milán, Nápoles, Cremona, Saluzzo, Turín, Brescia, Florencia, Pesaro¿ y están datados entre los años 1600 y 1821; si bien, las auténticas joyas han sido sus intérpretes. El estilo, la frescura, calidad, elegancia, musicalidad y sonoridad emitida por los componentes de I Musici, nos han permitido conocer y disfrutar de la grandeza del barroco. Pormenorizar este concierto, sería una tarea prolija para el espacio que disponemos; por ello, nos limitaremos a unas simples pinceladas. El programa estuvo dividido en dos partes y en cada una de ellas lo conformaron cuatro conciertos, con obras muy diferenciadas. El Concierto en Si bemol Mayor Conca (Caracola), lo centraremos en la homogeneidad de la agrupación y en su característico sonido. En el concierto El invierno, perteneciente a Las cuatro estaciones, primó la actuación del solista de violín, Antonio Salvatore, con visos personales y el feliz acompañamiento de la orquesta. En el Concierto en La Mayor "El cuco" destacó de sobremanera el violinista solista, Antonio Anselmi, que hizo gala de una gran técnica y virtuosismo, ofreciendo una cadencia en el primer movimiento más extensa que la duración del movimiento en sí, con profusión de armónicos y glissandos y perfecta imitación al ave que da título al concierto. En cuanto al Concierto en Re Mayor para 4 violines, Op. 3 nº 1 con que concluyó la primera parte, destaquemos la calidad del diálogo entre los solistas. La segunda parte se inició con el Concierto para violín, Op. 8 nº 11 en el que Antonio Salvatore brilló por la belleza que imprimió a la línea melódica, página donde el solista creció de nivel. Le siguió el Concierto para violonchelo RV 424, de gran dificultad en la parte solista, que Vito Paternoster resolvió con galanía; instrumentista que realizó con eficacia la función de bajo continuo en las restantes obras del programa. En el Concierto para dos violines RV 522 actuaron brillantemente como solistas Antonio Anselmi y Gianluca Apostoli, sobresaliendo la seguridad y musicalidad de los mismos. Finalmente, Concierto en Sol Mayor "alla Rustica", breve página de gran belleza en la que destacó la riqueza armónica del conjunto. Los nutridos aplausos del público, tuvieron su recompensa: Fuera de programa, I Musici ofreció el primer movimiento del Concierto en Sol Mayor para cuerdas RV 149, asimismo de Vivaldi, página similar a la que con carácter de sinfonía abrió el concierto.