El Santa Brígida visitará Pasarón con un gallego liderando su ataque

Tino Rascado

PONTEVEDRA

Los ex-Primeras Ángel Rodríguez y Robaina aportan la solidez ?a un equipo que supera las expectativas

14 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

No iba desencaminado Javi Gracia cuando le comunicó a sus jugadores que el Villa Santa Brígida sería un rival más difícil de batir que el Universidad de Las Palmas, el rival de los granates el domingo pasado. En las filas del conjunto canario figuran jugadores de la talla del leonés Ángel Rodríguez. A sus 35 años es uno de los referentes del equipo en la línea de creación. Entre los equipos en que militó figuran, entre otros muchos, Osasuna, Sevilla, Las Palmas y Recreativo de Huelva.

Afortunadamente, el Pontevedra afrontará el encuentro del domingo sin tener enfrente a este experimentado centrocampista, al que el comité de competición sancionó con un partido por acumulación de amonestaciones tras ver en el encuentro contra el Celta B, el domingo pasado, la quinta tarjeta amarilla.

No obstante, el que fue centrocampista del Las Palmas, Tenerife y Sporting de Lisboa es otro de los jugadores claves del Villa Santa Brígida, en el que el gallego Gustavo Souto es el máximo goleador. Nacido en Vigo, jugó en el Choco, Porriño, Alondras -con el que consiguió 19 goles en una temporada en Tercera División-, para dar el salto después al Langreo.

Los impagos en el club asturiano le llevaron a plantearse, a través de un amigo, el salto a las islas canarias. Y allí recaló en el Santa Brígida en el mes de enero de este año. Sus goles encandilaron a la afición, que lo acogió como un héroe ante su facilidad en la finalización, algo que le faltaba al su nuevo equipo para conseguir el ascenso a Segunda B.

Gustavo Souto sigue siendo el referente de este conjunto del que acaba de hacerse cargo Toni Cruz, un técnico canario que ha dirigido a numerosos equipos de Segunda B del archipiélago.

El preparador insular no podrá sentarse el domingo en el banquillo de Pasarón, ni tampoco ninguno de los dos ayudantes, el segundo técnico y el preparador físico, después de que el comité de competición sancionase a los tres por cuatro encuentros a raíz de los incidentes en el último partido ante el Celta B.