La Guardia Civil detuvo ayer de madrugada a un redondelano de 35 años, J.R.P., al que implicaron con un robo de marisco y carne congelados en una vivienda de Anafáns, en las proximidades del centro de salud de Poio.
Una vecina relató que el sospechoso fue visto durante buena parte de la tarde por la zona. «Estaba vigilándonos porque, aprovechó a que me fuera yo y luego mi hijo, que se fue a la fiesta -las parroquias de San Salvador y de Combarro tenían programadas sendas verbenas como broche a las fiestas del Corpus-, para entrar en mi casa», añadió.
Todo parece indicar que el sospechoso, que estaba previsto que fuese conducido al Juzgado de Instrucción número dos de Pontevedra en funciones de guardia, logró llegar hasta el arcón, pero finalmente no se habría llevado nada. O por lo menos, la propietaria de la vivienda no echó nada en falta.
Peor suerte, aparentemente, corrió un segundo vecino de Anafáns, quien denunció a las doce y media de la noche del domingo al lunes, que «había sido víctima de un robo de diversas piezas de carne y marisco que guardaba en un arcón congelador ubicado en el garaje de su vivienda».
De hecho, la mujer anteriormente reseñada subrayó que, horas después de haber sorprendido al desconocido ante su arcón, lo observó caminando e «iba cargado. Le pregunte ''¿oye, qué llevas ahí?'' y él salió corriendo». En su huida, el supuesto autor de la sustracción se dejó por el camino parte del botín: «Una bolsa con vieiras congeladas».
En cualquier caso, las pesquisas abiertas por la Guardia Civil condujeron en la dirección de J.R.P., que fue detenido apenas noventa minutos después de haberse interpuesto la denuncia. El instituto armado subrayó el hecho de que se recuperó la totalidad de lo robado.