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«¡Haiche moito yeyé!»

PONTEVEDRA

El movimiento musical que surgió en Madrid en los años 80, también tuvo como protagonistas a grupos pontevedreses como fueron Los Cafres o Mínima Expresión

19 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Decir movida en Galicia es sinónimo de Vigo, pero en Pontevedra también hubo algunos grupos que despuntaron y triunfaron en la noche olívica.

El punto de contacto fue Emilio Alonso, periodista, que en aquella época tenía un programa en Radio Catro, A Trincheira, por donde pasaban todas las bandas de moda de la ciudad. Entre ellos, se encontraba Sucursal Urbana, grupo pontevedrés pionero en la movida de los 80 y «que grabó uno de los primeros videoclips en TVE. Cantaba una canción muy graciosa, titulada Voy a meterme en política y cuya letra seguía: voy a arreglar tu vida», asegura Emilio. El solista Antonio Amblés, natural de la ciudad lerezana, «fue un tipo muy importante en la movida tanto de Pontevedra como de Vigo», porque después se convirtió en el fundador de Los Cafres. De hecho, el pasado mes de agosto, Siniestro Total «en su reencuentro con el parque de Castrelos» invitó a Amblés a cantar una de las canciones más populares de su grupo Solo soy un alimaña. Más tarde, Antonio, junto a Carlos del Río, creó Los motores, «que era un grupo en el que se mezclaban pontevedreses y vigueses pero que tuvo una corta vida», puntualiza Emilio.

Otra de las bandas que sonaron en la época y que salieron de la capital de la provincia fue Último Aviso, liderada por Carlos del Río, que cantaba aquello de Vamos de excursión, qué emoción.

Caja B también llenó las salas de los pubs de moda. Alonso lo consideraba «un grupo muy potente» pero reconoce que les perdió la pista por completo. Solo se acuerda del nombre del cantante, Agustín.

Pontevedra capital, Vigo...

Pero si alguna de estas bandas ha permanecido en la memoria colectiva ha sido Mínima Expresión, que cantaba aquello de Pontevedra capital, Vigo sucursal y que todavía hoy se suele utilizar para vacilar a algún vigués. Emilio recuerda incluso el título de la canción: Ni Vigo, ni Portugal, Pontevedra capital y como continúa la letra: No al barrio industrial.

Para Alonso, Mínima Expresión era un grupo punk que sonaba bien: «Alberto Puig era un tío que cantaba genial, no se desgañitaba como otros, aunque eran rollo ska». «Además tenían ese momento simpático de ir a Vigo a cantar esta canción cuando los vigueses se creían lo más. Tenían esa coña sana».

Entre los locales de moda pontevedreses destacó Albatros, en la calle Andrés Mellado, que ofrecía música en directo y la Xunta, en Benito Corbal, que fue uno de los primeros pubs modernos, con una decoración muy diáfana. Los jóvenes pontevedreses de entonces también acudían a la discoteca Daniel Bum, muy de moda, y a Pop, en la calle Padre Luis.

A través de las palabras de Emilio se puede uno imaginar en qué consistía aquel movimiento musical que embriagó las noches y que todavía permanece en la retina de los que lo vivieron. Eran tiempos de hacer cosas «por amor al arte» y de reunirse por las noches para charlar y tomar unas copas, «ahí surgían miles de ideas». Era una época de hiperactividad: «No nos reuníamos para emborracharnos, a pesar de que casi siempre acabásemos con unas copas de más. Nos reuníamos para hablar y hacer cosas juntos», matiza Alonso..