Los hermanos Hermida reconocen que su vocación por el mundo de la joyería les viene desde muy pequeños, cuando ayudaban a su padre en la tienda
16 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Para mucha gente vivir entre joyas sería un auténtico sueño, en cambio, para la familia Hermida forma parte de su rutina. La vocación les viene de su padre, Rafael Hermida Díaz, que «empezó trabajando en un taller de relojería, descubrió que le encantaba y después se instaló en la calle Sarmiento. Ahora la joyería la lleva mi otra hermana Pilar», asegura Rafael Hermida (hijo).
Teresa, también conocida por Teté, se considera la «alocada» de la familia. Reconoce que ella heredó de su padre el don de gentes: «En cambio, Rafael tiene de papá esa apariencia de tranquilidad», afirma la joyera. Y el hermano interrumpe: «Y la alopecia», irrumpen los dos a carcajadas.
Teresa recuerda que le empezó a gustar el mundo de las joyas desde muy pequeña, «ayudábamos en las campañas de Navidad, que por entonces abríamos hasta la una de la madrugada y me enganchó este mundillo», explica. Se considera una persona muy creativa: «Cuando abrimos la joyería, hace casi treinta años, mi padre me dijo que colocase el escaparate. Yo nunca lo había hecho. Quedó imponente», bromea Teresa.
Los joyeros van a todas las ferias que pueden. Para ellos, Italia es la cuna de la vanguardia, «las tendencias de este país son las que más éxito tienen, aunque Israel va a despuntar», puntualiza Teresa.
A la hermana veterana le apasiona el diseño de joyas y logró exponer en Madrid su propia colección, pero reconoce que tendría que dejar las tiendas para poder dedicarse por entero al diseño.
Aseguran que el secreto de su éxito reside en la honradez y en «ser un poco atrevidos». En ese sentido, utilizan la platería Tendencias de la calle Daniel de la Sota, para innovar: «Nos sirve como campo de pruebas porque la plata es más barata y la gente se atreve más», aseguran.
Le dan especial importancia al trato con el cliente porque saben que la fidelización es la mejor receta para mantener el negocio: «El asesoramiento personal es muy importante. Tenemos clientela bastante fiel que ya le compraba a mi padre. Nos dejó un legado tremendo», reconocen ambos.
Otro de sus secretos mejor guardados es el espléndido equipo que colabora con ellos, hasta el punto de afirmar que «aunque faltásemos cualquiera de nosotros, todo seguiría igual».
Lo que parece seguro es que estas navidades se lleva el brillante negro y el brown. Los collares largos y la plata oscurecida también son una apuesta segura: «Yo diría que viene una tendencia hippie chic», concluye Teresa con tono decidido.