El triatleta se pasa al ciclismo y será presentado hoy como corredor de la formación gallega
04 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Iván Raña ha cedido a los impulsos de su corazón ciclista. El triatleta se incorporará al Xacobeo Galicia. Raña será presentado hoy en Santiago de Compostela como corredor del equipo gallego. Lucirá el maillot de la formación de Álvaro Pino la próxima temporada. Raña cumplirá así un sueño, el de formar parte del pelotón profesional. Pero sin cerrarle las puertas al triatlón, la llave con la que entró en el mundo del deporte de élite. Simplemente, se sube a la bicicleta.
De las tres disciplinas que componen el triatlón, el ordense siempre tuvo debilidad por el ciclismo. De niño, cayó hipnotizado por la rueda de Pedro Delgado y de Miguel Indurain en el Tour. De mayor, en las pruebas en las que competía, ansiaba acabar la natación y encontrarse con segmentos ciclistas duros, cunas de emboscadas y batallas para castigar a sus rivales, herirlos de muerte a base de pedaladas para rematarlos en la carrera pedestre que cierra el triatlón. Pero su querencia por la bicicleta iba más allá. En la pasada Vuelta a España, Raña visitó a los integrantes del Xacobeo en dos ocasiones en las últimas etapas de la Vuelta. Se presentó en el cierre de la carrera, en Madrid. Observaba el pelotón con ojos de niño, con envidia carente de disimulo. Saludaba a los corredores gallegos y se fotografiaba con Ezequiel Mosquera como un aficionado cualquiera.
Dio a conocer el triatlón
Raña (Ordes, 1979) está acostumbrado a los retos. Introdujo la palabra triatlón en el vocabulario del deporte español. Fue un pionero que popularizó una disciplina desconocida para el gran público. Un chaval menudo y fibroso que en el 2000 se coló en las pantallas de televisión por sorpresa, luchando con el calor de Sídney para acabar quinto. El diploma olímpico fue solo el aperitivo de su palmarés. Después se adjudicó un Mundial, dos subcampeonatos del mundo y dos Europeos. Se presentó en los Juegos de Atenas como el gran favorito al oro. En la meta, esprintó con otro ilustre, Peter Robertson, pero por una plaza muy lejos de los puestos de podio. El gallego reconoció después que quizás había llegado pasado de forma a la cita olímpica, traicionado por su sana ambición por el oro.
Después de la decepción ateniense, Raña sufrió una mononucleosis y, cuando se recuperó, «había perdido el puntillo» en competición, como él mismo reconocía. No lograba resultados. Aquel ocaso transitorio coincidió con el empuje emergente de otra figura gigantesca del triatlón, la de Javier Gómez Noya. Se cansó de repetir que no estaba acabado a todos aquellos empeñados en cavar su tumba.
Y en la temporada 2008, el triatleta gallego resucitó. Finalizó segundo en la Copa del Mundo de Madrid y en julio se impuso en la de Kitzbuehel, en Austria. En los Juegos de Pekín confirmó su gran estado de forma y resistió hasta la pelea final en el grupo que se repartió las medallas y acabó en la quinta plaza. De nuevo un diploma olímpico, un puesto no contemplado en la mayoría de los pronósticos.
Raña se replantea su carrera deportiva justo después de haber demostrado que sigue estando entre los grandes del triatlón. Y su cambio no se mueve por motivos económicos. El triatleta quiere probarse en la bicicleta. Emular a los ídolos de su infancia. Esas circunstancias dan mayor valor a una apuesta complicada.
«Hay que reconocer que se trata de una decisión arriesgada. Precisamente ahora que Iván estaba otra vez en la cresta de la ola en el triatlón se mete en otro deporte y eso siempre genera incógnitas», señala Ezequiel Mosquera, amigo de Raña y futuro compañero del triatleta en el Xacobeo Galicia. «Pero Iván flipa con la bicicleta. Siempre decía que no se quedaría tranquilo si no lograba correr como profesional. Si el cuerpo le pide eso, él sabrá lo que hace», añade.
Asegura que para el equipo la incorporación de Raña será muy positiva. «Pienso que va a ser una pieza clave. Ya ha demostrado la capacidad física que tiene en el triatlón y ahora intentará llevarla al terreno del ciclismo», dice.
«No va a defraudar»
David García Dapena, ganador de una etapa en la última ronda española, cree que Raña «no va a defraudar como deportista porque ya demostró como triatleta que su rendimiento en la bicicleta era bueno». Asegura que le alegra mucho este fichaje e indica también que al ordense le hacía mucha ilusión ser ciclista profesional.
«La verdad es que yo me llevo un alegrón por él y creo que su llegada va a contribuir a que haya buen ambiente en el equipo», explica Gustavo César Veloso, vencedor de la Vuelta a Cataluña. «Seguro que nos echaremos unas risas», comenta Mosquera.
A la espera de que se confirme su calendario, Raña tendrá que variar sus entrenamientos. Mosquera recuerda que el ordense probablemente se incorporará «a la grupeta del centro» para entrenarse. «Antes iba de aquí para allá y no lo veíamos mucho, pero ya se acoplará, que ahora tendrá que hacer algunas kilometradas », concluye.