«Por trabajo», responde Jaime de Marichalar a la pregunta sobre el motivo de su presencia en A Coruña. Muy abrigado, sin quitarse en ningún momento las gafas de sol, y acompañado por un guardaespaldas que intentó impedir que fuese fotografiado, recorrió ayer por la mañana la zona centro de la ciudad. La caminata del ex esposo de la infanta Elena, con la que cesó temporalmente su convivencia matrimonial hace año y medio, arrancó en la plaza de María Pita, donde compró un cupón a la vendedora callejera de la ONCE. «Me pidió el cuponazo para el viernes», comenta Pili. Con el 28185 en el bolsillo de su elegante abrigo azul cruzó la plaza. «¡Va por allí!», exclama un vecino que apunta con el dedo hacia Riego de Agua. «Está por la calle Real», confirma otra persona. «Nos acabamos de cruzar con él», dice una mujer. La visita privada de Jaime de Marichalar no pasó para nada inadvertida, a pesar de no ser la hora de más afluencia de gente en esta vía comercial. Al llegar al Obelisco enfiló la Rúa Nueva, donde se montó en un coche que lo esperaba justo delante de la sede central de Caixa Galicia, el lugar donde un par de horas antes había estado reunido en la octava planta. «Estuvo en la fundación, pero fue una visita privada», comentan desde la entidad financiera.