Es un clásico. Las horas previas a la pasarela Pontus Veteris no serían lo mismo sin la ya tradicional comida con la que la Cámara de Comercio agasaja a los diseñadores que participan en el desfile y a las tops invitadas en cada edición. Ayer la estrella con la que se hizo la foto el presidente cameral Ricardo Mirón fue la modelo Elisabeth Reyes, una de las que más se habla en estos momentos en el mundo del cuore no solo por sus méritos en la profesión, sino también por su relación con el torero más mediático, Francisco Rivera. Lo cierto es que asuntos rosas al margen, Reyes encandiló a sus anfitriones y derrochó simpatía a raudales. La andaluza aseguró sentirse «muy a gusto» en Pontevedra, un lugar que es todo «un sitio de lujo para comer». Porque sí, ella es de las que come «todo lo que me pongan delante». «Pregúntame mejor qué no he comido -señalaba ayer en el restaurante de Nino Mirón, quien tampoco perdió la oportunidad de fotografiarse con la protagonista del día-. Yo disfruto muchísimo comiendo. Y está buenísimo todo lo que he probado hoy, los pimientos rellenos de bacalao, y un postre típico gallego que he tomado que me ha encantado». Eran filloas y a lo dicho hay que añadirle los aperitivos y un solomillo. Dice tener suerte «de estar así» y que nunca se ha sometido a dieta ni machacado en el gimnasio. «Ahora voy a cumplir 24, pero quizás cuando llegue a los 30 no te puedo decir lo mismo», comenta entre risas.
Elisabeth comentó que aunque nunca la había visto la pasarela Pontus Veteris, tenía referencias «de siempre» del desfile por algunas compañeras de profesión que ya habían estado en Pontevedra. «Tengo curiosidad -añadió la top- por ver cómo es la moda que se va a pasar aquí». No obstante, reconoció ser muy aficionada a los diseñadores gallegos, especialmente Adolfo Domínguez. «Casi siempre voy vestida con su ropa -comentó-. Tiene unos diseños muy elegantes y a la vez muy ponibles». Pero en general su debilidad son los zapatos -«de todos los colores»- y también los bolsos. Y precisamente uno que le regalaron en la firma ourensana es el que últimamente no se quita de encima «porque me encanta y creo que me da suerte». En la cresta. Tiene nombre de reina y la verdad es que, últimamente, la modelo y ex Miss España 2006 no se puede quejar, porque está en un pedestal y no para de trabajar. Esta semana es portada del suplemento especial de moda de la revista Hola! y fue una de las participantes en la última edición del concurso televisivo Mira quién baila, el que presenta la popular Anne Igartiburu y que acaba de finalizar. Una experiencia ante las cámaras con la que ha disfrutado, pero ante la que se muestra prudente de cara al futuro: «Para estar en televisión se requiere una preparación y en ello estoy -afirmó ayer la malagueña-. Pero ahora estoy muy centrada en la moda, que es lo que siempre he hecho y en lo que siempre me he centrado. Estoy muy contenta y lo demás el tiempo lo dirá. Pero tengo casi 24 años y sí me gustaría probar otras cosas en el futuro».
Si ella está en el top, su actual novio, Francisco Rivera, también está en el ojo del huracán después de que varios toreros se hayan rebelado contra la concesión del Ministerio de Cultura de otorgarle la medalla de las Bellas Artes. Es más, los diestros José Tomás y Paco Camino han devuelto la suya, dicen, por «vergüenza torera». Muy educadamente, Elisabeth Reyes declinó entrar a valorar esta polémica «porque no soy la más indicada para hablar ni tampoco tengo por qué decir nada». Pero sentenció que «si se la han dado es porque se lo merece». Un auténtico paseíllo.